La Primera RFEF es la categoría más deficiente que se pueda recordar en la historia reciente de nuestro fútbol. En apenas un año, dos equipos –Extremadura UD y DUX Internacional– no han podido afrontar los gastos de una división que cuesta mucho más de lo que genera para los clubes. A estos se les podría sumar un tercero, el CD Alcoyano.

José Luis González, director deportivo de los blanquiazules, sorprendía este mismo jueves en unas declaraciones en la Cadena Ser de Alcoy sobre la realidad económica del Alcoyano:
“El club tiene como mucho dos meses de viabilidad. Ahora mismo si no se inyecta dinero el club no llega a diciembre. Y todo el mundo debe ser consciente de esto”
En pocas palabras, el Alcoyano se encuentra en la misma situación que ya se vivió recientemente con el DUX: se necesitan nuevos inversores urgentemente. Sin embargo, ahora todo depende de la viabilidad del equipo al haber comenzado la competición. La Federación, poco más puede hacer desde el punto de vista organizativo.
Lo normal sería poner todos los focos sobre esta. Y es repetir lo mismo de siempre. Luis Rubiales -y la organización- ha creado una categoría que no se solventa por sí sola, que no genera los ingresos suficientes -más aún cuando los repartos no son equitativos – y supone unos gastos desmedidos para los clubes. Como ya he dicho mil y una veces en otros artículos, es imposible hacerlo tan mal en tan poco tiempo y las consecuencias están llegando una tras otra.

Pero hay que entender también el sentido real de las declaraciones -llegó a decir en repetidas ocasiones que el club «estaba en la ruina»-. El Alcoyano, como muchos otros equipos, arrastra deudas de años atrás – alrededor de 1,5 millones de euros – y los accionistas actuales han reculado en sus contribuciones.
Una situación tan alarmante no se puede revelar de una forma tan espontánea – sin ningún tipo de comunicación institucional por parte del club -, pero esa era la idea. El equipo necesita una venta inmediata – ya se ha visto que esta es la triste forma de ‘sobrevivir’ en la categoría – y esta ‘llamada de socorro’ es la primera piedra en el camino para conseguir un inversor solvente.
Por ello, los aficionados del Deportivo deben permanecer en una relativa calma. No es una situación extrema, puesto que restan meses para llegar a la posición de insolvencia real – de momento, los jugadores están al día de los pagos -. El propio director deportivo calmaba la situación horas después en Radio Marca:
“El club ya se ha encontrado en esta situación y siempre se ha encontrado una solución porque hay mucha gente que ama a este club (…) La solución llegará”
Puede parecer un periodo corto, pero el suficiente para que un histórico como el Alcoyano – que ha jugado varias temporadas en Primera División y es reconocido en la actualidad por una reciente victoria sobre el Real Madrid de Zidane en la Copa del Rey – consiga un inversor que pueda afrontar los gastos necesarios para que los blanquiazules sigan con vida. Ya saben lo que se dice, «más moral que el Alcoyano».
Sin embargo, toca hablar sobre la responsabilidad de los clubes. Ante el escaso y nulo control financiero de la Federación – desde junio se sabía que el DUX no iba a poder competir y se alargó la situación hasta aplazar sus primeros partidos de la temporada -, existen posiciones que no se entiende.
Por un lado, la audacia de los madrileños de no renunciar a su plaza sabiendo perfectamente de su extrema necesidad y que afectó al buen desarrollo del inicio de la competición – siendo sustituidos por un Talavera con proyecto ya pensado para Segunda RFEF -.
Por otro, la incógnita que se ha generado a partir de la recién revelada situación del Alcoyano. ¿Cómo se puede inscribir un equipo que no puede garantizar al 100% su participación a partir de diciembre? ¿Sabían los jugadores que han firmado sobre esto? ¿Han forzado demasiado la máquina y ahora les falta dinero?

La nefasta organización por parte de la Federación sin ningún tipo de «control económico» previo a la competición. Y esto puede deberse a que no se han generado los ingresos que ellos mismos prometieron – la venta de los derechos televisivos llevan dos temporadas siendo un completo chiste -, y se sobreentiende que muchísimos clubes no podrían superar un supuesto examen financiero por culpa de la situación deficitaria que la propia Federación ha generado a través de una vergonzosa gestión.
Es decir, han creado un bucle en el que cada vez más equipos se van a ver en esta situación – y ojo con los que no han dicho nada todavía, pero están igual o peor que el Alcoyano -. Se apela mucho a la responsabilidad de los clubes – que si fichan por encima de sus posibilidades, etc. -, pero la realidad es que, de base, muchos no pueden sostener ni los gastos básicos de la competición.
Entonces, ¿Cuál es la solución? Los equipos no pueden esperar a que la Federación haga justicia con la categoría, por lo que acuden al camino fácil: convertirse en SAD. Que sigue sin ser una solución real, puesto que puede existir liquidez necesaria para ‘sobrevivir’, pero una gestión nefasta que podría hundir aún más la situación del club.
Es de vergüenza que los clubes estén ‘obligados’ a convertirse en empresas para poder competir en una categoría de la que se prometía mucho y se está dando muy poco. Pero, ¿Qué otra opción hay?
Ya se ha visto que es imposible sostener económicamente una categoría con 40 equipos, que de por sí mejora la situación anterior – Segunda «B» aglomeraba un total de 80 clubes -. Pero la competición sigue sin generar lo suficiente. Los repartos de los ingresos, que de por sí son mucho menos de lo esperado, se minimizan aún más si hay que repartirlos ante tal cantidad de equipos.
Por ello, y si las cosas siguen así, parece ser que el futuro de la categoría pasa por una nueva reducción de clubes – en los estatutos oficiales está reflejado que la Federación puede cambiar el formato cuando crea necesario -, pasando a ser 20/24 en un único grupo supuestamente más rentable. Pero quién sabe, la Federación no ha sido capaz ni de organizar adecuadamente unos play-offs…
Volviendo al caso del CD Alcoyano, actual líder del Grupo 2 de la Primera RFEF tras cuatro jornadas de competición, sería catastrófico que un nuevo equipo se una a lo que le ocurrió a Extremadura y DUX, ya no sólo agrandando la lista de víctimas de la gestión de Rubiales ni por dejar la liga en 19 clubes, sino por lo que supondría la pérdida de un mítico de la categoría con tanta historia y tradición. Esperemos que en estos dos meses encuentren la solución, que parece ser que así será.
Imagen principal: @CD_Alcoyano.