Esta noche La Cartuja vivirá una fiesta. Pese a la localía de unos, gane quien gane coronará una larga temporada para el recuerdo. La ilusión que se respira en la Copa del Rey cuando Real Madrid y Barcelona se quedan sin protagonismo es incomparable. Esta competición, tan desprestigiada por muchos, posee una magia y una serie de condicionantes que entusiasma hasta al más neutro.
Si encima envuelve a dos equipos tan pasionales y con un hambre de metal bestial, se intuye una final intensa pero cuyo desenlace resulta impredecible. Eso sí, las dinámicas de ambos conjuntos, las tácticas de Bordalás y Pellegrini, y los protagonistas en el verde dejan claves interesantes en la previa:
La Copa del Rey, la gran oportunidad para Bordalás:
El Valencia llega a Sevilla al todo o nada. Aunque en esta casa lo resaltamos hace un par de meses, los ches se han quedado sin chances europeas vía liga y ganar la copa es la única —e inmejorable— forma de salvar esta temporada y el futuro de la siguiente campaña. Ante la inestabilidad directiva del club, únicamente acceder a Europa League podría evitar males mayores a partir de junio.
Bordalás es uno de esos técnicos que no esconde su estilo marcado. Desde los primeros compases podremos ver su interés por un ritmo lento de partido, con cantidad de interrupciones; que impida el juego combinativo entre Fekir, Canales, Juanmi y compañía; sin duda el arma más peligrosa del conjunto verdiblanco. El esquema de cinco defensas + Guillamón en la posición de pivote parece la opción de inicio, sobre todo después de la alta rotación en la última jornada ante el Villarreal.
«El valencianismo merece que le demos una alegría porque lo dan todo por el equipo»
José Bordalás
De hecho, esta decisión supone una ventaja para el Valencia. Bordalás tiene todas sus piezas fundamentales disponibles y sin carga de minutos. En cambio, el Betis prácticamente no ha prescindido de sus titulares en este carrusel de partidos debido a su lucha por un puesto de Champions.
Además, recupera a Bryan Gil. La participación del barbateño suma desborde y chispa al ataque. Junto a Guedes y Hugo Duro, y Carlos Soler como hilo conductor, el Valencia puede encontrar resultado al contragolpe.
El regreso al éxito de Heliópolis:
La Copa del Rey. El último gran título del Betis. 16 años han pasado desde el gol de Dani en el 115′ ante el Osasuna. Por allí andaba un joven de El Puerto, aunque ya consolidado, Joaquín. En junio pone fin a su larga trayectoria profesional y qué mejor despedida que levantar el trofeo y las copas posteriores, como diría el propio Joaquín. Sin duda, abundantes aspectos emocionales que rodean al Betis.
Sin embargo, los argumentos futbolísticos son mayores para, quizá, ser considerado favorito sobre el papel. El conjunto de Manuel Pellegrini ha realizado una temporada extraordinaria con potencial de ser histórica en Heliópolis. Pequeños tramos negativos han dificultado los ambiciosos —y complicados— objetivos de los verdiblancos. No obstante, permanecen en la pelea por la Champions a falta de cinco jornadas.
«Sería un logro muy importante conseguir este título por la gente, pero también por el plantel y el cuerpo técnico»
Manuel Pellegrini
Ahora, con su presencia en Europa casi asegurada, quieren el metal para cerrar un 2022 de matrícula. Si bien es cierto que la plantilla llega ligeramente más desgastada que su rival, el sistema de rotación empleado por Pellegrini durante todo el curso debe manifestarse en esta final de Copa del Rey. Con todo el despliegue ofensivo en óptimas condiciones el espectáculo esta asegurado.
Imagen principal: Edit José Manuel Calviño.