Esta Navidad un cántico va a resonar en las zambombas de Sevilla: «Oh Juan Miguel…». Con permiso de Fekir, el de Coín ha afianzado al Betis en los puestos europeos gracias a sus determinantes goles.
Si existiese una estadística similar al +/- del baloncesto, en las últimas tres jornadas (Elche, Levante y Barcelona) Juanmi suma +9 puntos. Es por ello que, para un servidor, la influencia en el resultado siempre será el valor añadido de los delanteros.
Juanmi está de dulce y Pellegrini y sus compañeros lo saben. Cuando un futbolista disfruta de un momento como el suyo, es importante que cuente con la confianza de todo su entorno. Ante el Levante el Benito Villamarín exhibió una expresión vivaz en torno a su actuación, que explotó con su primer «hat-trick» como profesional. Incluso Borja Iglesias y Joaquín, desde el banquillo, se divertían con cada tanto.
Sin embargo, el camino no ha sido sencillo para Juanmi. Sus dos primeras temporadas con el conjunto verdiblanco fueron un calvario para él. Ni la suerte ni el rendimiento, tanto individual como colectivo, le acompañaron. Una lesión en el pie le dejó fuera de los terrenos de juego entre septiembre de 2019 y junio de 2020. Luego, la falta de acierto y la fuerte competencia le apartaron a un segundo plano.
Ahora, completado el 50% de la campaña, sus números le sitúan como el mejor atacante español. En parte, esto es fruto del trabajo de ‘el Ingeniero’ que, a pesar del buen nivel de Borja Iglesias o William José, le otorgó la continuidad y jerarquía necesaria al malagueño.
Sin esperarlo, Juanmi y Raúl de Tomás han supuesto un bonito dilema para Luis Enrique en sus próximas convocatorias. Apostar por lo clásico o «arriesgar» con nuevas irrupciones. Desestimarlos no será una cuestión de méritos.
No obstante, donde no tienen ninguna duda es en Heliópolis. Todos quieren que marque Juan Miguel.
Imagen principal: Twitter @RealBetis.