La SD Amorebieta sigue creciendo sin hacer demasiado ruido en Primera Federación. Y no hay necesidad de ello, porque el trabajo en silencio beneficia a un club de estas características. Pero hoy toca poner en valor la labor de un equipo que está demostrando ser capaz de competir cara a cara con los principales candidatos al ascenso.

Los zornotzarras se han convertido en grandes referentes de los más humildes de la categoría consiguiendo lo que se denominó en su momento como un ‘milagro futbolístico’. Ascender al escalón del fútbol profesional siendo un club de unas condiciones tan modestas -contra el anfitrión de la promoción en su propio estadio- es un hito escrito en oro en la historia de la extinta Segunda ‘B’.

Ahora, de vuelta al nuevo escenario de la Primera Federación, los de Urritxe no partían como los favoritos a ocupar los puestos de la zona noble de la tabla. Pero todo podía pasar en una liga tan igualada como la que se está desarrollando en el Grupo 2 y la SD Amorebieta está presentando una seria propuesta para adueñarse de uno de los billetes para la promoción.

La verdad es que es impresionante que una racha de tres partidos ganados o perdidos te pueda colocar en un extremo u otro de la clasificación. Por ello, la solidez es un factor diferencial para ir descartando oponentes, elemento que los azulones están defendiendo con creces convirtiendo su feudo en un auténtico fortín -es uno de los equipos que más puntos han conseguido como locales-.

La magia de un campo como Urritxe es la esencia que se suele respirar en los ambientes de categorías modestas. Un pequeño graderío lateral es la única forma para los espectadores de poder ver un partido sentados, de forma que no cumplía con los mínimos para poder estrenarse en Segunda División -jugaron como locales en los campos de Lezama del Athletic-.

Las condiciones del terreno, otra de las preocupaciones de los equipos que están acostumbrados a jugar en alfombras. Esto es puro fútbol de barro y la SD Amorebieta ha sabido potenciar a favor las peculiaridades de su casa para ser uno de los ‘tapados’ pese a ser recién descendidos.

¿Por qué no se apostaba por el ‘Amore’ habiendo competido en un escalón superior? Porque de la plantilla del año pasado no queda apenas rastro. Unai Marino en portería e Iker Seguín como único jugador de campo son los únicos estandartes restantes de aquellos que defendieron el escudo de los zornotzarras en Segunda División.

Haritz Mújika, en su tercera temporada como técnico azulón, ha tenido que encajar las piezas de una profunda remodelación en tiempo récord. Con una política de fichajes bastante identificativa -apostando por muchos jugadores jóvenes del País Vasco y alrededores-, es un mérito haber conformado un conjunto competitivo con unos recursos tan limitados.

Aunque el inicio liguero podría generar una preocupación mayor -en la novena jornada se encontraban en descenso-, lo cierto es que al equipo le hacía falta tiempo para despegar por las condiciones que ya se han mencionado. A partir de ahí, los azulones han ido creciendo de forma exponencial tanto en juego como en la clasificación hasta coronarse como uno de los mejores equipos de la segunda vuelta -han perdido un único encuentro en una racha que supera la quincena de jornadas-.

Una de las virtudes de la SD Amorebieta es que no necesitan tener el balón para hacer daño a sus rivales. Con un estilo de juego bastante directo que aprovecha las segundas jugadas, que se ha podido ver en estas temporadas de la mano de Mújika, el peligro real de los azulones reside en la rentabilidad en ambas áreas.

El colectivo está encontrando su mejor versión en un momento clave del curso, a raíz del buen trabajo y la integridad entre todos los componentes de la peculiar comunidad zornotzarra. La solidaridad defensiva los ha convertido en un conjunto muy difícil de batir, aunque fuera de casa les cueste más mantener esa concentración atrás que en la solidez de Urritxe.

Se apuesta por un juego más físico, el típico que se podría pensar de una categoría como esta, con caídas constantes y mucho contacto. Pero es cierto que se está divisando un cambio en el estilo de juego de una SD Amorebieta más parecida a lo que se suele ver en el fútbol moderno. Con mayores elaboraciones de balón, puesto que la calidad del equipo así lo permite, el dinamismo y la variedad de contextos amplían el abanico de opciones de los azulones.

La dinámica ascendente de los zornotzarras tampoco se podría explicar sin la eficacia goleadora del gran potencial ofensivo de la plantilla. Eneko Jáuregui destaca de sobremanera, ya no sólo entre sus compañeros de Amorebieta -aportando un alto porcentaje de los goles del equipo-, sino en la categoría de bronce siendo uno de los anotadores más punteros de la temporada.

A partir del sólido trabajo defensivo, el ataque de la SD Amorebieta es una daga que corta sin dudarlo. Jáuregui es la gran figura, pero otros como Rayco, Unai Buján, Dorrio, Julen Jon o Iryarte están generando muchísimo peligro constante, haciendo cada uno de ellos una gran temporada tanto a nivel de aportación individual como grupal.

No hay que vender la piel del oso antes de cazarla. Hay equipos muy potentes en la lucha -pongamos que Eldense y Castellón pelearán el ascenso directo- como Real Murcia o los filiales de la Real Sociedad y Barcelona. Otros vienen en trayectoria muy positiva como la SD Logroñés o el Numancia, por lo que esto puede cambiar de la noche a la mañana. Eso sí, la SD Amorebieta tiene sus armas muy afiladas a la expectación de poder volver a hacer historia.

Imagen principal: @SDAmorebieta.


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