La Sociedad Deportiva Logroñés es una de las sorpresas positivas de la Primera Federación. El conjunto riojano se ha erigido como la gran revelación de la temporada, no sólo por su posición ante las expectativas iniciales, sino por el excelente rendimiento del equipo en estos últimos meses.

Fundado en 2009 como consecuencia de la desaparición de un conjunto histórico como el CD Logroñés, los blanquirrojos han experimentado un meteórico ascenso en la última década desde la Regional Preferente hasta la categoría de bronce del fútbol español.
Todo ello, a través de la novedosa administración popular, en la cual el poder del club recae sobre los propios aficionados, que compran acciones individuales, y el consecuente derecho a voto en las asambleas. Los riojanos sentaron un precedente de este tipo de organización en nuestro país al seguir el ejemplo de algunos equipos extranjeros -otro conjunto de estas características es el Unionistas de Salamanca en el Grupo I-.

Tras una etapa de crecimiento que ha llevado a la SD Logroñés a asentarse en la Primera Federación, tras salvar la categoría la pasada temporada, se puede decir a viva voz que el conjunto popular está de moda, y no es para menos.
Partiendo de nuevo como uno de los presupuestos más bajos de los 40 equipos participantes, las predicciones iniciales les colocaban como uno de los candidatos al descenso. Ahora, superado el ecuador de la competición, la plantilla entrenada por Raúl Llona ha roto con todo tipo de expectativas con un rendimiento que ha ido de menos a más, de indiferente a superlativo.

Con un equipo totalmente nuevo en el que sólo repiten cinco jugadores del anterior curso, la dirección deportiva ha realizado un grandísimo trabajo con unos recursos muy limitados a la hora de reforzar con las nuevas piezas al esquema riojano. Con una gestión impecable y ejemplar para el resto de la categoría, han demostrado que el dinero no lo es todo y que no se necesita generar deuda para ser competitivos.
Lo cierto es que me alegra mucho que equipos tan humildes puedan disfrutar de temporadas tan buenas y competitivas, dando ejemplo tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Es lo que tiene la magia de la Primera Federación, no hace falta ser un gigante para hacer cosas grandes. Y algunos la quieren borrar del mapa…

La SD Logroñés es el equipo con el que más he disfrutado esta temporada, el gusto es mío al verlos cada jornada que se me permite. Es que juegan muy bien. Practican uno de los estilos de juego más atractivos de toda la competición rompiendo a su vez con muchos tópicos propios de una categoría que no es profesional.
Los jugadores se dejan el alma en cada partido como jabatos e interpretan a la perfección la idea que quiere reflejar Raúl Llona en el terreno de juego. Ellos disfrutan jugando al fútbol -y se nota- y hacen disfrutar a una afición riojana que crece en un idilio utópico -animado también por la nefasta temporada de la UD Logroñés-. Los neutrales, como yo, nos deleitamos al observar cómo sigue creciendo en la clasificación el conjunto revelación.
El rendimiento está siendo excelente, partiendo del formidable cometido de la secretaría técnica, en un conjunto que parecía que no -por la humildad de la plantilla-, pero ejerce un gran trato en la conducción de balón. A la vez, muy dinámico y con una intensidad física constante que les hace competir contra quien sea. De esta manera, han conseguido numerosas victorias de prestigio en este curso.
La versatilidad es un fundamento clave. Saben sufrir cuando lo tienen que hacer y modifican tanto sistema como estilo según la conveniencia y el contexto de los partidos. Con orden, actitud y mucho fútbol, lo verdaderamente importante es que creen en su idea. La convicción de un trabajo bien realizado.
Los que conozcan al equipo o hayan tenido la suerte de ver un partido de los blanquirrojos esta temporada, sabrán que el conjunto de Las Gaunas sobresale por su colocación en fases defensivas. Tienen capacidad de defender tanto con balón como a través de un repliegue más práctico -de ahí la versatilidad-, pero es cierto que es donde más lagunas se pueden encontrar.
La realidad es que el apartado defensivo es una tarea pendiente para la pizarra de Raúl Llona, pese a que las piezas se dispongan eficazmente por el campo. Muchos tantos tienen su origen en situaciones evitables que podrían peligrar los buenos resultados de un equipo que depende demasiado de la gran eficacia ofensiva. La intensidad necesita verse en ambas áreas.
Por otro lado, la verticalidad característica, bajo el dominio de la posesión, al buscar en todo momento la velocidad en espacios generados por banda. Santi Samanés y Asier Córdoba -incorporación de invierno- están siendo diferenciales a la hora de atacar por esta zona.
Ya sea en superioridad numérica, en duelos individuales o segundas jugadas, el objetivo del ataque logroñés es encontrar las botas -o la cabeza- de Iker Unzueta, el mayor referente ofensivo y máximo goleador. En esta faceta a lo mejor les falta un poco de acierto en los últimos pases, pero son humanos, no se puede pedir la excelencia en todos los partidos.
Borja Martínez es pieza fundamental en el centro del campo, el director de orquesta de la SD Logroñés. Un verdadero mediocampista, de los muy buenos, por el que pasa cada jugada de los riojanos. Últimamente se ha acostumbrado a sentar cátedra de cómo jugar al fútbol, es una delicia verlo jugar.
La verdad es que me quedo corto con los adjetivos para este equipo, probablemente esta sea la palabra más adecuada para definirlos. La SD Logroñés va más allá de los nombres, y se han convertido en un EQUIPO con todas las letras en mayúsculas, un bloque muy unido dirigido por su verdadera estrella: el entrenador.
A estas alturas de la temporada tienen derecho a soñar por una gesta histórica en una supuesta promoción de ascenso. Pero los deberes hay que dejarlos hechos antes. La salvación es lo importante -aunque está prácticamente cerrada-, lo que venga después, bienvenido sea para el club de Las Gaunas.
En definitiva, la SD Logroñés es un conjunto que es el ejemplo perfecto de lo que tendría que reflejar el fútbol modesto y que ha demostrado que todo es posible en este deporte y categoría a través del buen juego y una gestión inmejorable. El gusto es verdaderamente nuestro.
Imagen principal: @SDLogrones.