Gracias a Andrés Onrubia, periodista especializado en fútbol francés, muchos hemos conocido la historia de Will Still y esperamos cada fin de semana el tweet, ya rutinario, en el que el periodista de AS nos corrobora que su racha sigue viva.

Will Still tiene 30 años y es el técnico más joven de las cinco grandes ligas. Su club paga una multa de 25.000 euros por cada encuentro, en el que el técnico de origen belga se sienta en el banquillo porque carece del último título necesario para entrenar en la Ligue 1. Y, para volver aún más loca a la vieja guardia de aficionados que odia lo moderno, el belga confesó que el videojuego Football Manager fue clave para iniciar su carrera.

El Stade de Reims decide colocarlo como entrenador interino mientras buscan un sustituto para el banquillo tras destituir a Óscar García Junyent, del cual Still era segundo. El Stade de Reims se convertía en el equipo random de la temporada.

En el fútbol, siempre se escucha que en las situaciones delicadas, los clubes deben apostar por técnicos experimentados, curtidos en mil batallas y con un plan de juego totalmente reactivo. Sin embargo, lo que nunca debemos olvidar es que el fútbol no son matemáticas, y aquí, 1+1 no tienen que sumar obligatoriamente 2.

El equipo reflotó de la mano del novato entrenador y actualmente la racha ya aumenta a 19 partidos de Ligue 1, lo que equivale a una vuelta sin conocer la derrota. Will Still consiguió sacar un empate del Parque de los Príncipes frente a Mbappé, Messi y Neymar, pero no solo eso, sino que este fin de semana también le arrebató al Mónaco una victoria en el Luis II.

Will Still es el técnico de moda de toda Europa, y aún más importante, es el falso espejo en el que se miran muchos jugadores del Football Manager. Esos que alardean de conseguir tres Champions League consecutivas con equipos como el Arenteiro de 2ª RFEF (no se tome esto como un ataque al equipo revelación de este curso en Galicia, que tuvo en Fran Justo en el inicio de campaña a ese entrenador joven (33 años) que los alzó al primer puesto) o con el Oldham de la National League.

La presión como base de su fútbol:

El técnico belga representa la nueva generación de entrenadores que están llegando a la élite europea y mundial. Lo que destaca es que varios no fueron previamente jugadores profesionales, como el propio Will Still, lo que aumenta el mérito de conseguir los puestos.

Su figura me hizo replantearme cuál era la situación de los entrenadores jóvenes en Europa, y no hace falta desplazarse mucho para ver otro técnico joven exitoso. Y es que el único entrenador que le aguanta el pulso en su liga es Didier Digard, ex-jugador de Betis y Osasuna, y su Niza, con el que lleva 10 jornadas consecutivas invicto.

Es cierto que existen ciertas características comunes entre los entrenadores jóvenes, pero hay una que resalta entre todas: la presión. Salvo alguna excepción, estos técnicos apuestan por un ritmo alto de juego y sus equipos son valientes y atrevidos, alejándose de ser reactivos y esperar en bloque bajo.

Aunque algunos prefieren apostar por un juego de posición si tienen el balón, la mayoría prefieren apostar por ataques rápidos y verticales que simulan ganchos a la mandíbula de un rival que acaba siendo superado al no aguantar ese ritmo de juego.

Los entrenadores jóvenes son ganadores:

Empecemos centrándonos en las zonas altas de las clasificaciones europeas. En las cinco grandes ligas europeas lideran: FC Barcelona, Arsenal, Bayern Múnich, Napoli y PSG. ¿Qué tienen en común los tres primeros clubes? Sus entrenadores se encuentran entre los tres técnicos más jóvenes de la categoría.

En España, Xavi Hernández (43 años) sólo es mayor que Iraola (40 años), uno de los técnicos más codiciados para el futuro, y Diego Martínez (42 años), que logró meter en Europa League a un Granada que descendería tras su marcha.

Nagelsmann ya es considerado un clásico de la Bundesliga, a pesar de tener únicamente 35 años, y el Borussia Dortmund tratará de arrebatarle el título liguero con Terzic en el banquillo (40 años). Aún así, ninguno de los dos es el más joven de su liga, el honor corre en manos del entrenador del Werder Bremen, Ole Werner (34 años).

Alemania vuelve a demostrar que es una de las bases del fútbol europeo y, principalmente, de sus técnicos, pues también aparecen Xabi Alonso (41 años) en el Bayer Leverkusen, Enrico Maaßen (39 años) en el Augsburgo o Bo Svensson (43 años) en el Mainz. Incluso podemos encontrar en la segunda división a Fabian Hürzeler (30 años) dirigiendo a un St. Pauli que, bajo su mandato, es uno de los mejores equipos de la categoría.

Si piensas en Inglaterra, automáticamente te vienen a la mente Steve Bruce, Sam Allardyce y Neil Warnock. Inglaterra era ese paraíso para los más clásicos. Era ese país en el que se apostaba por ‘managers’ que peinaban canas y a los que las guerras mundiales les parecían recientes. Pero esa Inglaterra ya no existe, murió.

La Premier League está liderada por el Arsenal de un Mikel Arteta que es el tercer entrenador más joven de la competición (40 años). Detrás, aparecen los entrenadores de los equipos revelación: Roberto De Zerbi (43 años) con el Brighton, Marco Silva (45 años) con su Euro-Fulham o Eddie Howe (45 años) con el Newcastle que tanto sorprendió al principio de temporada.

Además, parece que se les unirá Kompany (36 años) el año que viene. Su Burnley es el líder destacado de la Championship, después de cambiar de manera extrema de estilo tras la marcha de Sean Dyche y, en principio, dentro de una temporada, el ex-jugador citizen será el más joven de los banquillos.

Sólo Italia y Francia se escapan de esta tiranía de la juventud. En Francia, con un PSG al que es casi imposible responder, y en Italia, con un Napoli al que ningún equipo puede hacerle sombra en un año histórico, y que tiene en Khvicha Kvaratskhelia a uno de los tres jugadores más divertidos de ver de toda Europa.

Destrozando falsos mitos:

Pero los técnicos jóvenes no sirven únicamente para los equipos grandes en los que tienes más talento y te puedes permitir más licencias. Todavía siguen vivos muchos prejuicios en lo relativo a tener este tipo de entrenador si estás en la zona media-baja, pues se tiende a creer que apostarán por un ‘fútbol suicida’, y que terminará siendo contraproducente para plantillas que suelen estar acostumbradas a asumir los mínimos riesgos posibles. No obstante, los números desmienten estos falsos mitos.

Para contextualizar los datos, pongamos como referencia los 45 años:

En las cinco grandes ligas europeas (La Liga, Premier League, Serie A, Bundesliga y Ligue 1), compiten un total de 98 equipos y, por lo tanto, el mismo número de entrenadores. De ellos hay 29 con 45 años o menos, mientras que los otros 69 superan esa edad que hemos puesto como referencia.

De estos técnicos jóvenes, sólo cinco dirigen actualmente a equipos que se encuentren en descenso (17,29%). Sin embargo, este dato está algo tergiversado, pues solamente Stanković lleva toda la temporada en su club (la Sampdoria).

Por su parte, Patrick Kisnorbo también lleva varios meses al frente del Troyes y ha sido incapaz de darle la vuelta a la mala situación en la que cogió el equipo. Por último, Pelegrino Matarazzo (45 años) ha dirigido al Hoffenheim en cinco encuentros, pero no ha sumado ningún punto y el equipo continúa último, por lo que sus datos son igual de negativos que los del club antes de su llegada.

En cambio, Rubén Sellés (39 años) cogió al Southampton colista y, cuando se escribe este artículo, consiguió 7 puntos de los 12 posibles desde que está en el cargo enfrentándose a Manchester United y Chelsea, por lo que serían uno de los mejores equipos de la Premier en estas cuatro jornadas.

Mientras, Gary Oneil (39 años), sustituyó a Scott Parker a principio de temporada y tiene al Bournemouth, uno de los máximos favoritos al descenso y a ser el farolillo rojo, empatado con el West Ham y el Leicester, además de poder adelantar al Everton, que tiene un partido más que ellos.

Por lo tanto, los dos técnicos más jóvenes de la Premier League (Rubén Sellés y Gary Oneil) han conseguido sacar a sus equipos del pozo y darle vida para conseguir la salvación, por lo que, realmente, sólo tres entrenadores menores de 45 años tienen a su equipo hundido en el descenso, lo que supone un sorprendente 10,34%. Esto se traduce en que, sólo 1 de cada 10 equipos que fichan a un míster joven se encuentra en descenso.

El porcentaje de entrenadores jóvenes en descenso (sacando esas excepciones de Rubén Sellés y Gary Oneil) es mucho menor que el de entrenadores de mayor edad (18,84%), por lo que el miedo al descenso no es una excusa válida para contratar a este tipo de ‘managers’. 10,34% frente a 18,84%. ¿Diferencia suficiente para apostar por ‘los novatos’? Por lo tanto, la edad no debe ser el valor clave a la hora de decidir el fichaje de un entrenador, sino el proyecto deportivo que plantee.

Todos estos datos nos demuestran que, aunque Will Still sea la cabeza visible de esta tendencia de entrenadores jóvenes, parece que estos años vendrán muchos más y que dominarán el fútbol europeo. ¡Bendito Football Manager!

Imagen principal: @StadeDeReims.


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