Nunca es fácil adaptarse a una competición en un escalón superior. Lo cierto es que entre Primera y Segunda RFEF existe un salto cualitativo mayor de lo que pueda parecer. Y esta temporada, los recién ascendidos están dando mucho que hablar en el Grupo I. Prácticamente cara y cruz. Por un lado, el Córdoba –del que ya hemos hablado-, claro candidato al ascenso, y por otro, la AD Ceuta, un barco que roza el naufragio.

La trayectoria de los ceutíes para llegar a donde están es de admirar, encadenando dos saltos de categoría consecutivos, siendo el último tras doblegar al Unión Adarve en la final de la promoción de ascenso -quedaron cuartos clasificados la temporada anterior en el propio grupo del Córdoba-. Sin embargo, a este ritmo, los caballas volverán más pronto que tarde a la cuarta categoría.

Lo cierto es que la AD Ceuta está fallando en una cuestión clave que suele ser un salvavidas para los clubes que buscan evitar el descenso: el factor campo. Y es que -a día de publicación de este artículo-, y a contrario de lo que sucede con clubes que están apuntando más alto como el Linares o el Castellón, el Ceuta no ha sido capaz de rascar ni un solo punto en el Alfonso Murube.

Tampoco era muy difícil de adivinar, ya que actualmente es el peor equipo de toda la categoría en términos clasificatorios. Hablábamos del proyecto del Talavera -adecuado a la Segunda RFEF pero que ha tenido la oportunidad de volver al escalón de bronce- y la gran dificultad que supondría la salvación. Pues bien, los talaveranos -aunque por muy poco- superan a los ceutíes en la clasificación.
Por redes sociales se pueden leer a muchos aficionados -la mayoría del Grupo II, bastante más apretado- que en el Grupo I hay 12 puntos regalados: los del AD Ceuta y los del Talavera. Hasta ahora, están teniendo motivos para hacer esos comentarios. Los resultados respaldan estas mofas. Pero al igual que decíamos que el Talavera merecía varios puntos más -y que era cuestión de tiempo que los empezaran a sumar-, en el Ceuta existen otros factores que podrían romper con la nefasta racha -mientras, en Copa del Rey siguen vivos tras ganar al Utrera-.

El infortunio ha acompañado al conjunto caballa para conseguir uno de los récords que nadie querría tener, el de más derrotas consecutivas. Y eso que apenas comienza diciembre. Al equipo le cuesta ganar, eso está claro, pero en algunos partidos se han visto perjudicados. Decisiones arbitrales demasiado polémicas, expulsiones, goles anulados dudosos y lesiones de futbolistas clave son factores que no ayudan a desatascar la delicada situación, ya no solo de resultados, sino a nivel psicológico.

También es cierto que el equipo no parece dar para mucho más que combatir el descenso hasta la última jornada. Se denotan algunas posiciones que están limitadas para la categoría y los fallos de concentración -e incluso impropios de categorías inferiores- han conseguido que la AD Ceuta sea uno de los equipos más remontados de la temporada -otra estocada a nivel psicológico-.

Obviamente, ha habido cambios. La situación no es para menos. Chus Trujillo, el técnico que consiguió el ascenso a Primera RFEF, apenas duró cuatro partidos a los mandos de la nave ceutí. Juan José Romero, viejo conocido de la casa -fue el artífice de la participación de los caballas en Segunda RFEF-, ha sido una apuesta contundente para dirigir el banquillo del Alfonso Murube.
Aunque con el cotizado técnico –reconocido por el magnífico juego de sus equipos con el balón tanto en la antigua Segunda ‘B’ como en Tercera División-, que fue despedido polémicamente por el CD Eldense en un verano de locura, se consiguió la primera victoria, los resultados positivos siguen sin llegar.

El equipo lo da todo en el campo -de eso no se puede dudar-, pero parece ser que la barrera psicológica es demasiado grande para superarla de una jornada para otra. Las incorporaciones de Elías Pérez y, sobre todo, del atacante Rodri Ríos -con más de 50 partidos en Primera División– serán claves para el cambio de rendimiento del club -del cual se decía que iba a invertir grandes cantidades de dinero en plantilla allá por verano, pero la planificación no ha resultado ser tan acertada-.
Juan José Romero es un técnico capaz de conseguir lo que hasta ahora parece un milagro, pero el tiempo aprieta cada vez más. Los ceutíes están más necesitados que nunca, y no todo se puede achacar a las polémicas decisiones arbitrales -aunque habría más puntos en el casillero-, el técnico debe dar con la tecla en el esquema para dar el rendimiento óptimo de su plantilla e imponer su idea de juego.

La suerte en algún momento acompañará, de eso hay que estar seguros. Los enfrentamientos directos serán claves y por eso, convertir el Alfonso Murube en un fortín será vital para arrebatar los tres puntos a estos tipos de rivales. El Ceuta tiene armas suficientes para combatir hasta el final, pero no todo vale con quererlo, hay que dar una marcha más.
Imagen principal: @ADCeuta_FC.