Tras una temporada que acabó con aires de esperanza, Xavi Hernández afronta su segunda campaña como técnico del Barça, la primera desde el inicio de competición. El proyecto futbolístico de este verano se ha basado en las famosas palancas económicas, que han permitido que el club pueda acometer fichajes con más libertad que los anteriores mercados.

Oportunidades de mercado como Christensen y Kessié y los fichajes de Lewandowski (50 millones), Raphinha (58 millones) y Koundé (50 millones) suman rendimiento inmediato al equipo, siendo varios de ellos titulares desde el inicio liguero. Competitiva, esa es la palabra que define la plantilla culé. Viniendo probablemente de la peor temporada en mucho tiempo, ser competitivos es un gran avance.

En busca de la rutina ganadora:

Xavi ya conoce a los suyos y los jugadores ya lo conocen a él. Ritmo alto, presión constante tras pérdida, mucha presencia de los interiores en ataque y bandas bien abiertas para generar espacios dentro. Estas son algunas de las características del fútbol de Xavi, más vertical de lo que algunos imaginaban.

El inicio en liga fue complicado, frente a un Rayo Vallecano que optó por plantar una telaraña defensiva en la que el Barça caía una y otra vez. Xavi insistía con su plan de juego inicial e Iraola le ganó la partida. Empate a cero en el estreno liguero.

La falta de gol y las posibles dudas se disiparon en el primer minuto del siguiente encuentro, contra la Real Sociedad. Gol de Lewandowski en el minuto uno que fue respondido por Isak 5 minutos después. La igualdad se mantuvo casi todo el encuentro, con los dos equipos queriendo ser protagonistas con el balón.

Pedri fue clave, viniendo a recibir más y posibilitando que el equipo progresara. El joven jugador canario cada vez se atreve más con su juego. Filtrar pases entre líneas, progresar en conducción o recibir en la base de la jugada son solo algunas de las cosas que Pedri va perfeccionando. Cada día más protagonista.

En el minuto 66 llegó el gol de Dembélé a pase de Ansu Fati. Una vez abierta la lata, se sucedieron los goles de Lewandowski y Ansu, que acabó con un gol y dos asistencias. 1-4 en un partido complicado, frente a un rival que planteó situaciones complicadas.

Lewandowski, factor diferencial:

Cuatro goles en los primeros tres partidos. Esta es la carta de presentación del nuevo ídolo blaugrana. A sus 34 años, el delantero polaco no ha perdido el olfato goleador y además, aporta mucho más al juego del equipo. Lo que genera Lewandowski en el área es diferencial en el juego de Xavi, ya sea fijando centrales u ofreciendo alternativas a sus compañeros de ataque.

Contra el Valladolid (4-0) volvió a abrir el marcador, empujando un centro al segundo palo de Raphinha desde la derecha. A todo lo descrito anteriormente sobre Pedri se le suma el gol, ya que hizo el segundo tras recibir una asistencia de Dembélé. Siguieron los de Xavi a lo suyo y llegó el taconazo de Lewandowski que con un poco de fortuna acabó en la red. Sergi Roberto cerraba en el 92 la goleada.

En el lateral derecho se notó el debut de Koundé, que mejora a Araujo en visión de juego y desborde por banda. No obstante, la incorporación a última hora de Héctor Bellerín al Barça debería devolver a los dos centrales a su puesto natural.

Son varias las piezas que ya empiezan a encajar en este Barça, que tiene que echar a andar a toda velocidad lo antes posible si quiere competir con el Real Madrid. Por ahora, los primeros pasos ya caminan hacia la regularidad.

Imagen principal: @FCBarcelona_es.


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