Real Madrid y FC Barcelona se ven las caras esta noche en el Santiago Bernabéu a partir de las 21:00 en el duelo ‘Clásico’ del fútbol español con escaparate mundial y constelación de estrellas.
El conjunto blanco tiene la oportunidad de sentenciar definitivamente el título y el blaugrana de confirmar la mejora en el juego y resultados que sustente el descabellado discurso para muchos de que «todavía hay liga». El desenlace del tramo final de la temporada estará marcado por lo que ocurra en este encuentro.
Real Madrid, un Clásico como guinda de una liga perfecta:
El equipo de Ancelotti afronta este choque señalado en el calendario con un amplio colchón de puntos y la oportunidad de dar el golpe sobre la mesa definitivo para afrontar las eliminatorias de Champions con la liga en el bolsillo.
El técnico italiano tendrá que volver a realizar varios cambios en su XI habitual por las bajas de Mendy y Benzema. De esta forma, se espera que Nacho parta como lateral izquierdo, Casemiro regrese al ancla con el clásico centro del campo junto a Kroos y Modrić, y los habituales extremos (Asensio y Vinicius) acompañen a un ‘9’ de circunstancias por la ausencia del francés.
«El FC Barcelona no está descartado para LaLiga»
Carlo Ancelotti en rueda de prensa
Los números en liga del delantero (22 goles y 11 asistencias) demuestran que el Madrid sufre una clara Karim-dependencia en su juego ofensivo, pero Ancelotti se verá obligado a recurrir a otros jugadores marginales como Mariano, Jović o incluso Gareth Bale para sustituirle.
En cualquier caso, Ancelotti planteará su clásico esquema de 4-3-3 y un juego vertical y directo, de posesiones rápidas y contragolpes, con los que desactivar el previsible dominio culé del esférico y eliminar de forma definitiva al Barcelona de su particular y ficticia pelea por el título. El Madrid tiene los cuartos de final de la Champions en el horizonte y espera marcharse al parón con el título sentenciado para dirigir todos sus esfuerzos hacia la conquista de una nueva orejona.
FC Barcelona, un Clásico como barómetro de mejora:
Que el Barça ha mejorado y mucho con la llegada de Xavi es evidente. El conjunto blaugrana ha recuperado la identidad perdida en el juego y la irrupción de los jóvenes talentos, con Pedri a la cabeza, más los refuerzos en el mercado de invierno, han confeccionado una plantilla mucho más competitiva de la que disfrutaba Koeman y, también, mucho mejor dirigida.
El Barça vuelve a estar al alza, pero la euforia desde dentro, en ocasiones, es excesiva. La sensación es que el cuadro culé llega tarde a la pelea por la liga, a 15 puntos del líder antes de afrontar el choque de esta noche, y a 9 en el mejor de los casos, con sendas e hipotéticas victorias frente al Real Madrid y Rayo Vallecano (partido pendiente). Una distancia prácticamente insalvable.
«Es un escenario perfecto para demostrar que estamos en un momento espectacular de forma»
Xavi Hernández en rueda de prensa
Lo que sí es cierto es que Xavi ahora tiene donde elegir y todo apunta a que, salvo sorpresa mayúscula, el Barça terminará entre los cuatro primeros, que debe ser el objetivo real. Asimismo, la cita del Bernabéu se presenta como una ocasión única de certificar el progreso en un partido de altos vuelos y alimentar la ilusión por competir hasta el final en una liga que, en cualquier caso, está abocada a ser blanca.
El Barça está en el camino de volver a la excelencia que tanto le ha caracterizado a lo largo de su historia y el futuro a corto plazo es realmente esperanzador por lo que ya se está viendo en el presente, pero conviene ser cautos y priorizar la medición en encuentros como el de esta noche.
Imagen principal: Edit José Manuel Calviño.