Las finales de conferencia de la NBA ya están aquí. Por un lado, Nuggets contra Lakers, y por el otro, Celtics contra Miami. ¿No os suena de algo? Efectivamente, se repiten las finales de los playoffs de la Burbuja de 2020.

Parece que queda algo muy lejano en el tiempo, pero sólo han pasado tres años desde que LeBron James ganó su último anillo con la camiseta dorada y púrpura. Este año podría repetirse la historia, ya que tanto los Heat como los Lakers se encuentran a un paso de esas finales.

Si ocurriese, estaríamos hablando de un hito histórico, ya que tendríamos por primera vez el enfrentamiento en una final de dos equipos clasificados por medio del play-in. Los Lakers, que han conseguido entrar a los playoffs clasificados séptimos, y los Miami Heat, que han tenido que jugar los dos partidos de play-in para poder clasificar como octavos.

Por lo tanto, si la historia se repite, podríamos estar hablando del quinto anillo para LeBron James y su quinto MVP de las finales, ya que, por muy buenas finales que haga Anthony Davis, el nombre de LeBron pesa mucho. Volvería a abrirse el debate sobre quién es el mejor de la historia.

Que los angelinos estén aquí tiene mucho mérito, no sólo por lo sucedido en playoffs eliminando a los Warriors, que son los vigentes campeones; y a los Grizzlies, el equipo de moda de la NBA, que logró quedar segundo en temporada regular. A este duro camino, hay que añadirle que los Lakers, en temporada regular, han llegado a estar muy lejos de entrar a estos playoffs. El punto de inflexión ha sido el excelente mercado de fichajes que ha realizado Rob Pelinka.

A pesar de la salida de jugadores durante la temporada, que tenían su importancia dentro del esquema de Darvin Ham, tales como Patrick Beverley o Russell Westbrook, han llegado otros que están rindiendo de manera óptima en estos playoffs, como pueden ser Hachimura, D’Angelo Russell o Vanderbilt.

Y es que estos Lakers son realmente un equipo diseñado a mitad de temporada para conquistar este anillo. Por un lado, tienes la veteranía y la experiencia, que hace falta en momentos importantes, en jugadores como LeBron y Davis, que ya saben lo que es ganar un anillo con Lakers. Y luego, juventud y frescura de otros jugadores de la plantilla.

En ataque, aparte de los ya mencionados, que son las estrellas del equipo, han adquirido en este mercado algo que les faltaba, que son tiradores desde la larga distancia, como son D’Angelo o Hachimura. También han mejorado su defensa con la llegada de Vanderbilt, que es un auténtico dolor de muelas cuando te enfrentas a él. Si no, que se lo digan a Stephen Curry, sin ir más lejos.

Todo esto sin mencionar que algunos jugadores han explotado en algún momento de esta temporada. El joven Austin Reaves ya es un ídolo entre la afición angelina. El chico está jugando al baloncesto de una manera muy poco propia a su edad. Recordemos que este es su segundo año en la liga y no le quema el balón en las manos en momentos importantes de playoffs.

A este, hay que añadirle también el nivel de los secundarios en momentos cruciales de las eliminatorias, como por ejemplo, los 15 puntos de Lonnie Walker IV en el último cuarto de un partido contra los Warriors, la gran actuación de Hachimura contra los Grizzlies en primera ronda, o las defensas exitosas de Varderbilt.

A todo este núcleo de buenos secundarios, tienes que añadirle que en el equipo tienes tanto a LeBron James como a Anthony Davis, que son dos de los mejores jugadores de la liga cuando están sanos.

A LeBron todo esto le ha venido muy bien. A pesar de no estar firmando números estratosféricos como nos tiene acostumbrados en playoffs, esto ya no es necesario. Actualmente, tiene 38 años. Necesita tener cada vez menos carga de trabajo en el equipo. Por tanto, la llegada de bases como pueden ser D’Angelo y Reaves, que se encargan de subir el balón, le ha resultado útil.

Davis, por su parte, está realizando unos muy buenos playoffs, sobre todo en la faceta defensiva, en la que está promediando 3.3 tapones. Una auténtica salvajada. Todo esto sumado a 21 puntos y 14 rebotes. El futuro de los Lakers pasará sin duda alguna del nivel de Davis.

Este es un jugador muy propenso a las lesiones, que siempre lo han azotado desde su llegada al conjunto angelino. Si son capaces de conseguir que Davis no se lesione, será muy difícil para los demás equipos quitarle el anillo a los Lakers.

De momento, su primer obstáculo son los Denver Nuggets de Nikola Jokic, quienes han vencido por 4-2 a los Suns de Durant. Esta serie será, sin duda, muy peleada, debido al gran nivel que están mostrando ambos equipos en playoffs. Veremos cómo se da el enfrentamiento entre estos grandes pívots como son Jokic y Davis, y ver qué equipo obtendrá el billete para la gran final de la NBA.

Imagen principal: @Lakers.


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