La Copa del Rey es una competición muy bonita. Para algunos, un mero trámite que saben que no van a ganar. Para otros, la oportunidad de acabar la temporada con un nuevo título. Para los más grandes, un trofeo menor. Pero para unos pocos privilegiados, unas fechas señaladas en rojo que hacen soñar a los más pequeños.

Si hay que reconocer algo positivo de la gestión de Luis Rubiales es, sin duda, el cambio de formato del torneo -siendo este su tercer año-. Siendo claro y conciso, la Copa aburría haciendo casi imposible una ‘sorpresa’ en eliminatorias a doble partido. Por ello, el Mirandés de las ‘semis’ de 2012 siempre se recordará como una gesta histórica irrepetible.
Ahora, a partido único y con mayor cantidad de equipos del fútbol modesto, se puede decir que la Copa mola un poco más -aunque el sistema se pueda mejorar-. Una ocasión -que para varios será única- para que unos pocos afortunados ‘David’ se crucen con unos cuantos ‘Goliat’, aunque no siempre acaben como en el relato. En caso contrario, protagonizarán las portadas de los principales medios.

En las previas de estos tipos de partidos, son recurrentes artículos a nivel nacional que dedican apenas dos párrafos para dar la información básica de cada club. Qué fácil es escribir de Primera Federación -y categorías por debajo- los días de Copa del Rey, pero qué difícil es hacerlo durante el resto de la temporada. Pero para eso está un servidor al pie del cañón.
Al igual que nos pasa con la Lotería de Navidad, se suele decir que el ‘Gordo’ de estos equipos cae cuando se emparejan con un Madrid, un Barcelona, un Atlético o cualquiera de los más grandes de Primera. Una oportunidad para cumplir un sueño, tanto jugadores como aficionados, de competir frente a frente con los mejores y ver su propio estadio lleno hasta la bandera.

Y no todo es color de rosas, las plazas para los más cotizados son muy limitadas. No todos van a jugar contra Benzema, Griezmann o Pedri. Con todo respeto, no es lo mismo un equipo de baja tabla que un club de competición europea. Las cosas como son. Aunque no deje de venir un Primera a casa, a algunos se les queda la media sonrisa en la cara. Lo mismo que pasaría cuando un ‘top 5’ de LaLiga se presenta con un once repleto de suplentes y chavales debutantes. No es lo mismo ni de lejos, aunque el exceso de superioridad les puede jugar una mala pasada…

Por esto, ¿cuál es el verdadero premio de estos equipos? Más allá de que sea un día grande para los pocos clubes del fútbol modestos que llegan a enfrentarse con un Primera, es que su nombre se extienda por toda España. Que el escudo del club aparezca en las previas, los periódicos, los informativos, etc. Que, por un día, durante 90 minutos, se sientan grandes y tengan la oportunidad de presentarse ante el aficionado promedio, el que no ve por debajo de Segunda División -ni de Primera en muchísimos casos-. Ese es el verdadero premio. Y ya no hay que hablar si existe el ‘sorpresón’.
Que simpaticen con ellos ya se verá o no -muchos del Barcelona lo harían con el Alcorcón en 2009, eso seguro-, pero por unas cuantas horas, e incluso días, estarán en boca de muchos. Probablemente, no se vean ni un partido más del equipo en cuestión, pero para el tan maltratado fútbol modesto -ya no hablo de equipos concretos, porque la victoria de uno es la de todos- es un paso hacia adelante para tener la repercusión que se merece.

Y es que, hasta el equipo más pequeño de la Copa del Rey tiene una liga en la que competir el resto del año y una historia que contar. La cuestión no es que en los principales medios deportivos se tenga que hablar en profundidad hasta Regional Preferente, sino que hay que facilitar que este tipo de fútbol llegue con mayor alcance al aficionado promedio.
Grandes periodistas y referentes aportan su granito de arena para que las categorías modestas -dando mayor importancia, en nuestro caso, a la Primera RFEF- crezcan en interés. Rafa Máinez, Ángel García, Rafa Escrig o el futbolista Pedro Benito, con la facilidad de difusión que tienen las redes sociales -y algunos medios donde trabajan-, son algunos de los mejores ejemplos posibles que han ayudado a mejorar la actualidad informativa de la categoría generando mayor calidad mediática y cercanía que los simples medios locales. Un nicho de mercado para el periodismo deportivo al que cada vez se van a ir sumando más compañeros, de eso estoy seguro.

Y ya que decir del proyecto de Footters, tan polémico durante el primer año de Primera RFEF, pero siendo de los primeros que apostaron por estas categorías y que llevaron sus cámaras y señales de televisión hasta pequeñísimos pueblos para retransmitir sus partidos de fútbol. Todo es sumar y crecer, cada año con más influencia que el anterior. Y se nota.
En definitiva, no seremos millonarios, pero tampoco ‘cenicientas’. En Primera Federación hay mucho fútbol, e incluso más pasión que en escalones superiores. Ahora, ojalá se repita la gesta del Mirandés en Copa del Rey, y si es este año, mejor. Nos merecemos nuestro pequeño hueco entre los más grandes.
Imagen principal: @PontevedraCFSAD.