Con el reciente fichaje de Christian Wood a razón de 5,7 millones de dólares por dos temporadas (la segunda se trata de una ‘player option’), los Lakers continúan construyendo un plantel que cubre la mayoría de las necesidades de un ‘contender’ al campeonato de la NBA.

Sin mitificar el fichaje del ya ex de Dallas Mavericks, ya que no se acerca a ser una superestrella, se trata de una incorporación de valor, especialmente por el encaje que tiene con las piezas principales del equipo de Los Ángeles.

Wood como el complemento ideal de AD y los Lakers:

A pesar de que su versatilidad le permite alternar entre roles, Anthony Davis ha pasado gran parte de su carrera jugando como pívot cuando, desde sus inicios en la Universidad de Kentucky, se le catalogaba como un ‘4’.

El propio jugador ha afirmado en múltiples ocasiones que puede desempeñar la posición de ‘center’, pero que no se siente igual de cómodo que jugando como ala-pívot.

El permitir a Davis sumar más minutos en su posición natural es una de las ventajas que supone la llegada de Christian Wood, aunque el plus más significativo del fichaje es la sinergia entre ambos jugadores.

Los Lakers por fin tienen a un interior que anota cómodamente desde la línea de tres puntos, algo que AD no ha podido hacer en sus cuatro temporadas en California (el curso pasado promedió menos de un 26% de acierto).

Con casi un 38% de efectividad en triples la temporada pasada, Wood también abrirá espacios para que su compañero en el juego interior explote sus virtudes anotando en el poste o en la continuación tras bloqueo.

En la otra cara de la moneda, la última incorporación de los Lakers es un jugador frágil en defensa que intimida decentemente bajo el aro (1,1 tapones por partido la temporada pasada) pero no es suficientemente móvil a la hora de cambiar emparejamientos defensivos.

El tener a un candidato habitual al DPOY a su lado le permitirá brillar sin tener que preocuparse en exceso por jugadores como Jokic, Embiid o Antetokounmpo, que podrían dejarlo en evidencia pero serán defendidos por Davis.

¿Una plantilla para competir por todo?

Por su envergadura histórica como franquicia y la tenencia de dos superestrellas incontestables como LeBron James y Anthony Davis, los Lakers van a ser considerados entre los favoritos al anillo sin ningún tipo de duda.

La realidad es que la plantilla es mejor que la del año pasado y, a pesar de la competencia que había en la conferencia oeste y un inicio paupérrimo en temporada regular, lograron alcanzar las finales de conferencia.

Puede que su éxito en Playoffs haya tenido mucho que ver con la presencia de veteranos condecorados en postemporada en su ‘roster’, además de la inexperiencia y problemas extradeportivos (véase el caso de los Grizzlies) de algunos de sus oponentes. Pero esto no implica que puntos positivos como la consagración de Austin Reaves o el nivel mostrado por Rui Hachimura deban menospreciarse.

El cuadro angelino cuenta con perfiles para cumplir prácticamente cualquier función a excepción de un ‘guard’ especializado en defensa (deber que recaerá sobre Gabe Vincent, a pesar de no ser un especialista puro), pero las dudas llegan cuando se cuestiona a qué nivel pueden rendir las piezas en sus respectivos roles.

Y es que al comparar la rotación con la de otras franquicias de la conferencia oeste, uno se da cuenta de que la mayoría de secundarios de los Lakers son de segunda línea en sus respectivas fortalezas.

Lógicamente, la cohesión, el liderazgo y la experiencia (claros puntos fuertes de los Lakers) juegan también un papel esencial en las posibilidades de competir de cualquier equipo, pero llega un punto en el que los líderes no pueden tirar siempre del carro.

Aunque sigue estando entre los mejores, LeBron no es el de hace años a nivel físico, Davis deja dudas sobre su continuidad a causa de sus lesiones los últimos años y Austin Reaves no está preparado para ser el jugador decisivo de una franquicia.

La mezcla de señales que invitan al optimismo con otras que indican todo lo contrario hacen que predecir el papel de los de Darvin Ham la próxima temporada sea realmente complicado, y más en una conferencia en la que la clasificación para postemporada será sensiblemente más cara que el año pasado.

Equipos como los Nuggets (vigentes campeones), los Suns (que cuentan con uno de los arsenales ofensivos más completos de la historia tras la adquisición de Bradley Beal) y los Kings (que dejaron grandes sensaciones el año pasado) o apuestas más arriesgadas como Warriors, Clippers, Mavericks e incluso los Thunder, se lo pondrán muy difícil a los Lakers si quieren darle a LeBron la opción de sumar el que sería su quinto campeonato.

Imagen principal: @Lakers.


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