La selección de Estados Unidos no empezó de la mejor manera estos Juegos Olímpicos. La derrota ante Francia por 83-76 pone de manifiesto que los norteamericanos no son invencibles, pero confiarse es un grave error.
Derrota histórica
La última vez que Estados Unidos perdió un partido en unos Juegos Olímpicos fue en Atenas 2004. Allí perdieron en semifinales contra una Argentina que se llevó el oro mientras que el «Team USA» con un jovencísimo LeBron James se tuvo que conformar con el bronce. Desde entonces, hegemonía norteamericana. Oro en Pekín, Londres y Río.
Es cierto que la selección de estadounidense no está atravesando su mejor momento. El Mundial de 2019 de China nos dejó una postal inédita: el equipo americano cayó en cuartos de final precisamente contra Francia. Una derrota dura que hizo que la imagen de la selección se deteriorase.
¿Hay equipo?
Después del fracaso del Mundial, en el que Estados Unidos llevó a una selección sin grandes nombres, todo apuntaba a que veríamos una selección parecida a la de 2012, con jugadores como Harden, Irving… Pero lo cierto es que muchas estrellas se han quedado en casa. Harden, preseleccionado, prefirió quedarse para recuperarse de su lesión. Bradley Beal se perdió los Juegos por protocolos COVID y Kevin Love tampoco ha podido acudir.
Pero lo cierto es que Estados Unidos se puede llevar al equipo A, B, C… y podríamos acabar el abecedario porque tienen una cantidad de jugadores espectacular. Damian Lillard, Kevin Durant, Zach Lavine, finalistas como Jrue Holiday, Khris Middleton y Devin Booker… Estamos hablando de jugadores estrella en sus franquicias. Así que sí, Estados Unidos tiene equipo y ponerlo en duda es una ingenuidad.