El Manchester City se ha convertido en un equipo experto en remontar. Ha ido dos goles por detrás en cuatro de sus últimos seis partidos de la Premier League. No ha perdido ninguno. Aston Villa, West Ham o Newcastle han sido algunos de los rivales que se han visto ganadores ante un City que, finalmente, les devolvió a la realidad. El último ha sido el Crystal Palace. El conjunto dirigido por Patrick Vieira se puso con dos goles de ventaja en el Etihad Stadium en apenas 20 minutos.

Los últimos precedentes daban como claro favorito al propio Crystal Palace tras el segundo tanto, ya que es uno de los rivales que siempre se le complica a Guardiola por su forma de jugar. Sin embargo, este Manchester City ha aprendido a remontar partidos.

Al llegar al descanso, la situación para los citizens era crítica: dos goles por detrás en el marcador, cero tiros a puerta y la sensación de que Patrick Vieira había vuelto a ganarle a Pep Guardiola desde la pizarra, como ya había ocurrido en sus últimos dos enfrentamientos de Premier League. Sin embargo, el City salió del vestuario en modo apisonadora y en apenas 25 minutos fueron capaces de remontar.

Y es que todo se vuelve mucho más fácil cuando tienes a futbolistas de la talla de Bernardo Silva y Erling Haaland. El primero, es uno de los futbolistas más infravalorados del fútbol europeo. Es de los pocos jugadores que hace muchas cosas y todas igual de bien. Ataca, defiende, desborda, conduce, asiste, marca… Lo tiene todo.

El segundo, por su parte, se limita a cumplir su función de marcar goles, siendo a sus 22 años el mejor del mundo en cumplir ese rol. Entre Bernardo y Haaland (bueno, y la dirección técnica de Guardiola que dio con la tecla tras colocar a Phil Foden como lateral izquierdo improvisado y a Bernardo Silva como extremo derecho) remontaron un encuentro que se había puesto imposible para cualquier equipo de la Premier League que no fuese el Manchester City.

Ya ganaron la Liga así en la última jornada de la pasada campaña, y este año ya llevan dos remontadas en cuatro jornadas. Ante el Newcastle, cuando los de Eddie Howe iban dos goles arriba y el cuarto gol de los ‘Magpies’ estaba rondando la portería de Ederson, volvieron a aparecer Bernardo, Haaland y un Kevin De Bruyne estelar para marcar dos goles en apenas tres minutos y darle un giro de 180 grados al encuentro. Y no terminaron ganando el partido porque el Newcastle hizo un planteamiento casi perfecto.

En definitiva, si el Manchester City ya era un equipo decisivo en el momento en el que te ponías por detrás en el marcador, ahora también lo es cuando va perdiendo, con lo cual lo único que puedes hacer para ganarle un partido de fútbol (que por cierto, ya llevan 16 encuentros consecutivos sin conocer la derrota en Premier League) es hacer un encuentro perfecto y que ellos no tengan su mejor día, de lo contrario, siempre acabaron encontrando el camino al gol, ya sea de una forma u otra.

Imagen principal: @ManCity.


En ELXIIDEAL tenemos una amplia oferta para insertar la publicidad de tu negocio en nuestra web y redes sociales.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí