El Barça viene de cerrar una semana trágica después de quedar prácticamente eliminado de la Liga de Campeones en fase de grupos por segundo año consecutivo y de perder el clásico del fútbol español ante el Real Madrid. Si bien es cierto que este deporte es de los jugadores, el que más tocado queda sin ninguna duda es el entrenador culé, Xavi Hernandez, que después de estos dos tropiezos consecutivos tiene actualmente el peor porcentaje de victorias del equipo azulgrana de los últimos 20 años.

Es verdad que el Barça viene de donde viene, que al proyecto hay que darle tiempo y que sin Messi todo es mil veces más difícil. Pero el aficionado culé carece de paciencia y quiere resultados ya. Aunque eso sea muy complicado.

Parte de culpa la tienen los propios directivos de la entidad, quienes se lo jugaron todo a una carta y que, de momento, tienen todas las de perder. Laporta quería títulos ya, esta temporada, pero a lo mejor este Barça no está listo todavía para ganar aún.

Ante el Inter de Milán se vio a un Barcelona demasiado nervioso y acelerado, salió al campo como si tuviese que remontar un 3-0 en contra ante el Manchester City de Guardiola. Y no, únicamente necesitaba ganar ante un Inter de Milán plagado de bajas.

Si Ronald Koeman hubiese sido el entrenador del Barça durante el segundo tiempo frente a los italianos, habrían pedido su cabeza. Y esto no es una crítica a Xavi (que también debió haber planteado la segunda parte de otra forma), es simplemente que los azulgranas no están preparados mentalmente para una competición de la exigencia, la experiencia y la concentración que requiere la Champions League

Y frente al Real Madrid, más de lo mismo. Con los de Ancelotti lejos de su mejor nivel, el FC Barcelona se vio claramente superado por su rival. Tres errores defensivos fueron perfectamente aprovechados por los blancos para llevarse un clásico del que Xavi sale tocado.

Y digo que sale tocado porque en el momento en el que un equipo se te encierra de verdad y los huecos son cada vez más pequeños, parece que la única alternativa de este Barça es centrar como si no hubiera un mañana.

Queda muchísima temporada y el inicio del equipo culé no fue malo ni mucho menos. En Múnich se vieron brotes verdes y en liga los catalanes parecían imparables. Pero esta semana ha destapado muchas carencias tanto colectivas como individuales.

Con la Champions League prácticamente imposible, los culés tendrán que centrarse de lleno en LaLiga Santander y en las demás competiciones nacionales como la Copa del Rey y la propia Supercopa de España para intentar ganar algún título.

De lo contrario, la apuesta personal de Laporta este último verano no podrá salir peor y traerá consigo unas consecuencias negativas para la economía blaugrana.

Imagen principal: @FCBarcelona_es.


En ELXIIDEAL tenemos una amplia oferta para insertar la publicidad de tu negocio en nuestra web y redes sociales.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí