La etapa de Messi en el Barça es historia, como su fútbol durante todo este tiempo. Nunca creíamos que este día iba a llegar después de haber disfrutado del mejor jugador que hemos visto sobre un terreno de juego. Crecer viendo al 10 regatear por los campos de nuestro país cada fin de semana durante las últimas décadas ha sido un privilegio. El vacío que dejará ahora en los aficionados a este deporte será inmenso.
Nadie como Messi:
El Barça tocó la cima y conquistó el fútbol mundial en 2009 de la mano de Pep Guardiola en el banquillo y Messi sobre el verde cuando el astro argentino ya era el mejor. Desde entonces, a cada año que pasaba con títulos, el mensaje del que quería que cayesen, reforzado por cada derrota sobre todo en Champions, era siempre el mismo: fin de ciclo.
La realidad es que el verdadero fin de ciclo del Barça se produjo el 5 de agosto de 2021, una fecha que quedará para la historia y marcará un antes y un después en la entidad blaugrana.
Messi, máximo emblema y estandarte del Barcelona y del fútbol mundial, tuvo que separar los caminos con el escudo de sus amores por problemas ajenos a ambas partes. Ni Guardiola, ni Puyol, ni Xavi, ni Iniesta, ni muchos otros grandes jugadores, protagonistas de épocas doradas de los blaugrana. Nadie como Leo, absolutamente nadie. Es incomparable.

El culpable es Bartomeu:
El Barcelona ha sido víctima de una negligencia en la gestión del club impulsada por la directiva de Bartomeu desde que este puso un pie en Can Barça. La pérdida de control, la entrega de las llaves del Camp Nou a los jugadores, el despilfarro económico y los fichajes sin sentido para tapar agujeros. Tres años de auténtica calamidad de la que hoy, con previo aviso el verano pasado, nos acordamos.
La precaria situación económica del Barça no solo ha impedido la continuidad de su mejor jugador, sino que demuestra que las malas gestiones pasan factura y que LaLiga es inflexible ante los despropósitos que puedan cometer sus propios clubes, como ha sido el caso. La sombra de Bartomeu, el peor presidente de la historia culé, será casi tan alargada como la grandeza del 10.

LaLiga y el fútbol español pierden a su mejor jugador y hacen aguas por todas partes frente a los otro competidores del continente en un declive que no cesa. El daño es tremendo e irreparable.
El Barça, ahora sí, empieza de cero, como sus cuentas, tras haber caído en lo más bajo por culpa de unos incompetentes que, a día de hoy, impiden la inscripción de fichajes y jugadores en plantilla, mermando aún más el nivel de uno de los peces gordos de la competición.
El adiós de Messi debe doler y debemos ser conscientes de su gravedad. El verdadero fin de ciclo no solo es para el Barça, también para nuestro fútbol.