El fútbol alemán se lanzaba a la piscina para dar el pistoletazo de salida y liderar el regreso de las ligas europeas hacia lo que será El Nuevo Fútbol. Con un ambiente enrarecido por vislumbrar el famoso muro amarillo vacío, los jugadores salieron por separado al terreno de juego para dar comienzo a la acción que tanto estábamos esperando. El mundo entero aguardaba ansioso este momento. Volver a empezar.
Ambos conjuntos arrancaron con un 3-4-3 híbrido pero planteamientos distintos: el Dortmund llevaba la manija del encuentro mientras el Schalke ejercía una presión elevada en campo contrario. El tridente amarillo formado por Brandt, Hazard y Haaland comenzó activo y se mostró muy combinativo en los primeros compases con la sintonía de los gritos de los jugadores de fondo.
Al Dortmund le faltaba velocidad en la circulación de balón, pero rompía entre líneas por el medio constantemente y cada vez merodeaba más la portería contraria. El gol se veía venir, y una triangulación sensacional entre el tridente significó el primer tanto de Haaland, quién si no. Apertura al primer toque de Brandt, asistencia de Hazard y remate del noruego al fondo de la red. Haaland lo celebró con un baile en solitario mientras sus compañeros le aplaudían, sin poder abrazarle. Primer gol de la nueva era.
El Dortmund no levantó el pie del acelerador y continuó asfixiando al Schalke hasta lograr el segundo. Error en la salida de balón del guardameta Schubert, recuperación de Haaland y asistencia a Guerreiro para mandar un disparo cruzado y doblegar la ventaja amarilla justo antes del descanso. La tremenda superioridad del Dortmund se reflejaba en el marcador.
Al Borussia le basó con dos minutos para matar el partido tras el paso por vestuarios. Recuperación en campo propio, transición vertiginosa protagonizada por el tridente y Brandt se encargó de nuevo de señalar el camino a Haaland, que habilitó a Hazard para poner el tercero. El Dortmund continuó con su festín y no tuvo piedad para machacar a Los Mineros. Haaland volvió a mostrar su repertorio de calidad y asistió desde el borde del área a Guerreiro, que definió de exterior con la zurda. Quién diría que el Dortmund llevaba dos meses sin jugar, y aún le quedaban veinte minutos para lograr una goleada escandalosa.
El Schalke prolongó su agonía hasta el pitido final. El despliegue de juego ofensivo y vistoso del Dortmund de principio a fin decantó una clara victoria para el plantel amarillo. Alemania marcará el camino del regreso de los demás.