The Last Dance es un documental producido por ESPN Films y Netflix, y dirigido por Jason Hehir, sobre la dinastía de baloncesto de los Bulls de Michael Jordan en la década de los 90 y que ningún amante del deporte se debería perder. Esta miniserie revela la historia detrás de la construcción de un equipo invencible con sus altibajos durante una época inolvidable para la franquicia de Chicago.

A lo largo de los diez episodios conocemos a la figura de la estrella de aquel equipo, Michael Jordan, y algunos de sus compañeros como Scottie Pippen, Dennis Rodman, Toni Kukoc o Steve Kerr entre otros, todos ellos dirigidos por el entrenador Phil Jackson. La directiva con Jerry Reindsdorf, propietario del equipo, y Jerry Krause, el director deportivo por aquel entonces, también juega un papel fundamental en los resultados de la organización durante la década. Gracias a esta producción podemos presenciar contenido antes no revelado de la era más exitosa de la historia de los Chicago Bulls.

Cuando los Bulls seleccionaron a Michael Jordan en el draft de 1984, su propósito estaba claro:


“Yo solo quiero que esta franquicia, los Chicago Bulls, sea respetada como equipo, como los Lakers o los Philadelphia 76ers o los Boston Celtics. Es muy difícil que algo así ocurra, pero no imposible. Espero que esta organización y este equipo puedan construir un programa como ese


Michael Jordan en su presentación como nuevo jugador de los Chicago Bulls. Photo / Getty

Y vaya si cambió la historia de la organización de Illinois, pero el camino hasta la cima estuvo lleno de obstáculos.

Jordan marcó la diferencia desde el primer día, llevando a los Bulls de nuevo a los playoffs en su primera temporada y ganando el premio Rookie of the Year. Al año siguiente, cayeron ante los Celtics en una eliminatoria donde terminó anotando 63 puntos en el segundo partido, a pesar de haberse perdido 64 partidos de la temporada regular debido a una lesión en el pie. Ahí empezaron las diferencias entre Michael y la directiva, ya que estos consideraron que Jordan estaba acelerando demasiado los procesos de recuperación y racionalizaron sus minutos de juego temiendo una recaída.

Los refuerzos llegaron en 1987 cuando los Bulls adquirieron a Scottie Pippen y Horace Grant. Pippen se convirtió en el mejor aliado de Michael, pero al mismo tiempo tenía uno de los salarios más bajos de la liga, completamente desequilibrado con el rendimiento que daba sobre la cancha. Es cierto que el propio jugador decidió firmar un contrato de 7 años por 19 millones de dólares para garantizar que tendría dinero suficiente para mantener a su familia en caso de que su carrera terminase pronto por lesión, pero los Bulls nunca le ofrecieron una mejora de contrato a pesar de ser considerado como uno de los mejores jugadores no solo del equipo, sino de la liga.

Sobre la pista, no fue hasta la temporada de 1989 cuando los Bulls finalmente rompieron la barrera de la primera ronda de los playoffs. Entonces tuvo lugar la primera gran victoria de Jordan que todo aficionado al baloncesto guarda en su retina, el famoso triunfo contra los Cleveland Cavaliers en el quinto partido gracias a una canasta de Jordan en el último segundo conocida como “El tiro.

Eddie Wagner, Chicago Tribune.

Los Bulls todavía tuvieron que esperar un par de años más para levantar su primer trofeo, pues los Detroit se interpusieron en su camino durante dos temporadas seguidas (88-89 bajo el mando de Doug Collins y 89-90 con Phil Jackson como nuevo entrenador). Aquel equipo conocido como “Los Chicos Malosy liderado por Isiah Thomas y el futuro jugador de los Bulls, Dennis Rodman, planteó una batalla física y fuera del reglamento, conocida como “Las reglas para Michaelcon el que, más que un equipo de baloncesto, parecían uno de Hockey con pelea tras pelea. Los Detroit ganaron dos anillos seguidos y Michael no tuvo ningún problema en aceptar las derrotas y saludar a los jugadores de los Pistons, algo que estos no hicieron cuando los Bulls les vapulearon en la temporada 90-91 por 4-0 en las series. Entonces los jugadores de los Pistons se marcharon de la pista antes de que terminase el encuentro sin saludar a los rivales, un gesto tan antideportivo que hablaba mucho del nulo respeto que tenían aquellos Pistons hacia el baloncesto.

Los Chicago Bulls ganaron su primera NBA en 1991, impulsados por un nuevo sistema de juego que trajo el ayudante de Phil Jackson, Tex Winter. Este consistía en una disposición de los jugadores en la cancha en forma de triángulo que proporcionase a cada uno de ellos hasta 33 opciones de pase en todo momento. De esta forma, el equipo se liberó de la fuerte dependencia que tenían hacia Michael y otros jugadores comenzaron a participar más. Así fue como los Bulls consiguieron vencer a los Pistons y después ganar a los Lakers en la final por 4-1.

Michael Jordan abraza su primer trofeo de la NBA después de vencer a los Lakers.

Los Bulls adquirieron una mentalidad ganadora que los llevó a conquistar dos anillos consecutivos en las dos siguientes temporadas. Primero contra los Portland en la 92-93 y después contra los Phoenix Suns gracias a un triple de John Paxson a falta de 3 segundos para el final que le dio la victoria a los Bulls por 99 a 98. Los Bulls se convirtieron en el primer equipo en ganar 3 anillos consecutivos después de 27 años.

Triple ganador de John Paxson.

En medio de esas dos temporadas, Michael y Scottie fueron a Barcelona para disputar las Olimpiadas del 92 con el “Dream Team”, un equipo plagado con los mejores jugadores de la NBA. Como era de esperar, se llevaron la medalla de oro venciendo en la final a la Croacia de Toni Kukoc, que posteriormente ficharía por los Bulls. Jordan también protagonizó el lanzamiento de sus famosas Air Jordan con Nike, lo cual entró en conflicto con la marca que vestía al “Dream Team”, Reebok. Jordan no quería trabajar con Rebook, así que decidió cubrir su logo con la bandera de los Estados Unidos durante la ceremonia de entrega de medallas. 

El Dream Team.

Después de saborear el éxito con un triplete, Jordan anunció de repente su retirada del baloncesto a los 30 años meses después del asesinato de su padre. En este momento se puede ver a un Jordan completamente agotado física y mentalmente que también se enfrenta a la opinión pública de que tiene una adicción a las apuestas. Necesita un descanso del baloncesto y decide probar suerte en el béisbol, concretamente en el filial de los White Sox, el Birmingham Barons. Pippen se posiciona como el nuevo líder de los Bulls junto con Kukoc, pero pierden ante los Knicks en el tercer partido de las semifinales de la Conferencia Este.

Michael Jordan durante su etapa como jugador de béisbol.

Michael decide volver a los Bulls al final de la temporada 94-95 con su famosa y escueta nota de prensa “Estoy de vuelta. No obstante, le cuesta varios meses recuperar la forma de un jugador de baloncesto y no es hasta la siguiente temporada cuando vuelve a alcanzar su máximo nivel. Dennis Rodman se une al equipo para reforzar la defensa y, junto con Scottie y Michael, conducen a los Bulls hacia un nuevo anillo.

Los Bulls obtuvieron un récord de 72 victorias en la fase regular, el segundo más alto de la historia, y vencieron a los Seattle Supersonics en las finales para ganar su cuarto título y empezar un nuevo triplete. MJ rompió a llorar tras la final porque esta tuvo lugar el día del padre, su primer título desde que el suyo murió.

Al año siguiente, los Bulls se enfrentan a los Jazz y Michael juega el partido decisivo con dolores estomacales porque supuestamente fue envenenado la noche anterior con una pizza que comió. Aun así, jugó el partido y anotó 38 puntos que les valieron para ganar su quinto título. Ahí demostró lo bueno que era.

El Último Baile termina con la temporada del 98. El manager general, Jerry Krause, advierte desde el principio de que este será el último año de Phil Jackson como entrenador de los Bulls pase lo que pase, y Michael manifiesta que no jugará bajo las órdenes de ningún otro técnico. De esta forma, todos los miembros del equipo saben desde el principio que aquella temporada será la última que jueguen juntos. Los Bulls terminaron su dinastía venciendo de nuevo a los Jazz en una serie muy apretada donde Michael anotó “El último tiropara llevarse la victoria, su último servicio a los Chicago Bulls.

Photo by Fernando Medina/NBAE via Getty Image

Desde aquel momento, los Bulls empezaron a reconstruir el equipo, y todavía siguen en ello. Prácticamente toda la plantilla se fue mientras Michael todavía lamenta no haber continuado un año más para luchar por el séptimo título:


“Es desesperante, porque siento que podríamos haber ganado el séptimo, lo creo de verdad. Igual no, pero tío, ni siquiera haberlo intentado es algo que simplemente no puedo aceptar. Por algún motivo, no lo puedo aceptar


Ceremonia de campeones de la NBA 98. / Chicago Tribune.


“He tenido un montón de grandes personas en mi vida, y por eso ocurrió mi éxito. Jugué con Phil Jackson, el mejor entrenador de todos; Michael Jordan, el mejor jugador de todos; Jerry Krause, obviamente el mejor mánager de todos

Scottie Pippen



“Nunca habrá otro equipo como este

David Stern, comisionado de la NBA


Fin de una era.

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