El gol es la esencia del fútbol. Sin él, el juego no valdría para nada. Esa excitación al ver como el balón traspasa la línea y que conlleva el acto reflejo de entonar la celebración es de lo mejor que puede generar este deporte. Y no es precisamente fácil de encontrar, el go’ se vende caro y no siempre cumple.

Existen jugadores que tienen la capacidad -incluso innata- de ‘oler el gol’, de generar peligro cada vez que se acercan al área rival. El fútbol actual, justo y muchas veces injusto, recordará los nombres de grandes nueves del panorama internacional.
Por ello, en este espacio se dará voz a uno de esos ‘hombres gol’ que, por causa del destino de este deporte, ha acabado haciendo historia en la categoría de bronce. Hablamos de Dioni Villalba, el ‘killer’ del fútbol modesto.

El delantero centro de 32 años nacido en la ciudad de Málaga es el jugador en activo con más goles en la ya extinta Segunda ‘B’ con 138 goles en 326 partidos. Dicho de otra manera, su promedio ha sido de casi un tanto cada dos encuentros. Además, en la clasificación histórica de goleadores se ha establecido en el noveno lugar.
En un fútbol donde nos estamos acostumbrando a que se rompan récords todas las temporadas, Dioni es uno de esos referentes que han ayudado a actualizar las estadísticas en la categoría de bronce, obviamente más descuidadas que la amplia profundidad analítica de las divisiones profesionales. Su rendimiento merece estar en los anexos históricos del fútbol modesto.

Sin tener suerte en el fútbol malagueño, Dioni emigró en etapa juvenil a las inferiores del Real Murcia. De ahí, con 19 años, debutó en Segunda ‘B’ con el Caravaca CF anotando 11 tantos en su primera campaña, demostrando su facilidad de fabricar de cara a portería.
En una diversa trayectoria, en la que sorprende que no se haya establecido en un equipo concreto entendiendo su buen rendimiento y proyección en sus primeros años, Dioni ha pasado por numerosos históricos del fútbol español como el Deportivo -en su filial, pero debutaría en Primera con el primer equipo-, Cádiz, Leganés, Real Oviedo, Hércules o Racing de Santander.

Con los alicantinos y los ‘pepineros’ tendría la oportunidad de jugar en Segunda División, aunque lo cierto es que terminaría haciendo carrera en Segunda ‘B’ conquistando dos campeonatos en la categoría y ocho play-offs de ascenso, donde triunfó con el Cádiz en la 2011/2012 -haciendo el tanto que los clasificaba para la final de la promoción-.
Sorprende también que en su haber sólo tenga un ‘pichichi’ en la categoría de bronce, teniendo en cuenta sus estadísticas goleadoras. Por ello, lo que premia de Dioni es la regularidad en su trayectoria , colocándose siempre entre los puestos más altos de este galardón aún sin llegar a conseguirlo.
En las últimas campañas, Dioni ha encontrado esa estabilidad de la que carecía en los clubes donde había militado. Hasta los 26 años no supo lo que era encadenar dos temporadas consecutivas en un mismo equipo. Puede ser que esto fuera un impedimento más a nivel emocional o psicológico que deportivo, teniendo en cuenta que eran sus primeros años como profesional.

A raíz de ello, Dioni Villalba encadenaría, ya no sólo sus dos primeras temporadas en un único club, sino sus mejores campañas a nivel goleador. Los aficionados del Fuenlabrada fueron los afortunados de disfrutar de la mejor versión del malagueño que consiguió 24 y 23 goles -contando Copa del Rey- en los dos años que defendió la elástica de los madrileños.
Y no todo acaba en la Segunda ‘B’. Obviamente Dioni iba a tener cabida en la novedosa Primera Federación para seguir atormentando a las porterías rivales. El ambicioso proyecto del Atlético Baleares contaría con el ya histórico delantero centro como una de las piezas claves de una de las mejores plantillas de la categoría.

Tras tres temporadas en la Cultural Leonesa y una aventura en la liga polaca en el Lech Poznan -equipo en el cual se formó Robert Lewandowski-, Dioni llegaba a las islas Baleares ya no sólo avalado por su bagaje goleador -que ya es impresionante- sino por su capacidad revulsiva y su gran punta de velocidad.
El rendimiento de Villalba en la temporada de estreno de la Primera RFEF estuvo a la altura de las expectativas, acabando como tercer máximo goleador en el global con 17 tantos. Aunque el Baleares no consiguió el objetivo de, al menos, entrar en la promoción de ascenso, Dioni seguiría vistiendo la camiseta blanquiazul para la actual campaña. Y parece ser que sigue con el ‘gol en las venas’.

En resumen, Dioni Villalba apunta a seguir haciendo historia en la nueva categoría, en la que ya disputa el primer puesto de la clasificación de goleadores -aunque llevemos poco más de una temporada-. Simplemente se le caen los goles y tiene pinta de que va a seguir aumentando sus números sin parar hasta el día de su retirada.

La Segunda ‘B’ -ya Primera RFEF- lleva años siendo un caladero de talentos y una mina de oro para los buenos ojeadores. Dioni Villalba es un ejemplo de jugador con capacidad de seguir goleando y capaz de aportar su calidad en categorías más altas -y al que le quedan muchos años de fútbol por delante- pero sigue en la división de bronce.
Ya hemos hablado de otros futbolistas con potencial como Álvaro Romero, que directamente no ha tenido la oportunidad de jugar en un escalón más elevado. Y así, los hay a montones.
Igualmente, mejor que sea así. No lo digo por los jugadores, cuya lógica los lleva a ser ambiciosos, sino por los aficionados al fútbol modesto que tenemos la suerte de disfrutar de jugadorazos con mayúsculas que incluso llegan a hacer historia en la categoría.
Imagen principal: @atleticbalears.