La Primera Federación es una mina de oro de jugadores por descubrir. Futbolistas que, semana tras semana, dan un rendimiento propio de categorías superiores, pero siguen sin dar el salto a ellas. Álvaro Romero es una de esas estrellas de la división de bronce que merece la oportunidad de jugar más arriba.

El mediapunta de 26 años, que actualmente está disputando su tercera temporada en el Algeciras CF, se ha convertido en una de las figuras referentes del club rojiblanco -junto con el capitán Iván Turrillo-. Desde su llegada en la temporada 20/21 como cedido por parte de Unionistas -con ellos marcó un golazo al Real Madrid en las eliminatorias de la Copa del Rey-, el sevillano ha enamorado a toda una afición que no para de demostrarle su cariño.

El rendimiento del delantero ha sido espectacular desde el minuto 1 que vistió la zamarra algecirista. Y es que ‘Alvarito’ es de esos jugadores tocados por una varita. Cuando el balón llega a sus pies, sabes que algo va a pasar. Con verticalidad, descaro, asociación y gol, el número 10 del Algeciras es una pesadilla para las zagas rivales y un espectáculo futbolístico para la grada del Nuevo Mirador.

Lo cierto es que Álvaro Romero es el más listo de la clase. Que su apariencia ‘menudita’ no engañe a nadie, es de los jugadores con más carácter y personalidad del equipo. Tanto es así que los focos siempre están encima de él, en forma de faltas y condicionantes del juego en absolutamente todos los partidos. El porcentaje de goles, asistencias y penaltis conseguidos por el delantero en toda su carrera debe ser apabullante.

Queda claro que los árbitros se han tomado su juego descarado como una forma de sacar tiros libres y penas máximas -es de los futbolistas que más infracciones recibe de la categoría-. Pero esta situación ha llegado a un nivel que el número de penaltis que podría haber conseguido el sevillano, siendo justos, debería de ser muchísimo mayor.

La predisposición de los colegiados a que el atacante haya fingido la entrada -aprovechándose de su físico- o la excesiva permisibilidad hacia él ha conseguido que varias infracciones claras -clarísimas en algunos casos- no se hayan señalado. Luego hay que oír que si hay que proteger a los futbolistas que dan espectáculo, pero con Álvaro Romero no lo están haciendo.

En el conjunto centenario de la provincia de Cádiz se dieron cuenta de lo ‘especial’ que es Álvaro Romero: un jugador que marca diferencias. Tras rozar con la punta de los dedos el ascenso a Segunda en su primera campaña como rojiblanco a las órdenes de Salva Ballesta (26 partidos, 5 goles), el Algeciras -en plena transformación a SAD- abonó la cláusula de rescisión del atacante andaluz en una histórica compra para el club -con un gasto de 25 mil euros– que al final se podría decir que les ha salido barato.

El cambio de dueño supuso un relevo en la dirección del banquillo algecirista a partir de la campaña 21/22. Con Iván Ania el juego de Álvaro ha evolucionado para convertirse en un atacante aún más letal. Es cierto que si en algo pudiera mejorar el sevillano era en su faceta goleadora, teniendo en cuenta sus limitaciones de cara a puerta al jugar por detrás del punta.

La llegada de David González ‘Roni’ -que venía de jugar en Segunda División con la UD Logroñés- fue el condicionante para que ambos se convirtieran en la pareja perfecta de la Primera Federación. ‘Alvarito’ encontró el socio perfecto con el que asociarse ya no solo en forma de goles y asistencias, sino en libertad creativa. Entre ambos sumaron un total de 27 tantos -13 convertidos por ‘Roni’ y 14 de las botas de Álvaro-, siendo claros talismanes de la buena temporada del Algeciras.

Queda claro que Álvaro Romero -con reconocimiento a ‘Roni’ que ha mostrado un nivel a la par del sevillano- se ha ganado el derecho a estar entre las estrellas de la categoría de bronce e incluso dar el salto a la división de plata. Pero los cantos de sirena -que han llegado- no han sido suficientes para que ‘Alvarito’ abandone el Nuevo Mirador y sume una temporada más maravillando a los aficionados algeciristas -y a los que no lo son, pero les gustan los buenos futbolistas-.

Esta temporada digamos que ‘Alvarito’ sigue a lo suyo. En un comienzo más irregular de los rojiblancos, el atacante se ha colocado entre los máximos goleadores de la categoría -de nuevo-, manteniendo a los gaditanos como uno de los aspirantes a conseguir los play-offs de ascenso. Cuando él marca, el Algeciras es improbable que pierda, es así.

En Algeciras tienen mucha suerte de haber dado con una joya de tal calibre como lo es Álvaro Romero, claramente jugador como mínimo de Segunda División. Lo cierto es que la categoría de bronce, e incluso mirando un poco más abajo, es un paraíso para los reclutadores con buen ojo.

Como el caso del sevillano, hay muchos futbolistas de nivel que por diversos factores no han tenido la suerte de probar aún el fútbol profesional. Pero la paciencia es una virtud. No sería la primera vez que un jugador pasa en pocos años de la división de bronce a jugar en la máxima categoría -como el caso de Isi Palazón-.

Nadie sabe lo que le deparará al futuro profesional de Álvaro Romero, pero lo único que se puede afirmar es que es un gusto verlo jugar en una categoría tan bonita como la Primera Federación.

Imagen principal: @AlgecirasCF.


En ELXIIDEAL tenemos una amplia oferta para insertar la publicidad de tu negocio en nuestra web y redes sociales.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí