Terremoto en la NBA. Kevin Durant, para muchos el mejor jugador de la liga, pide a la agencia de Brooklyn Nets ser traspasado. Esto puede desatar un efecto dominó en el mercado de traspasos y cualquier franquicia con opciones de acometer el traspaso lo va a intentar. A su vez, Kyrie Irving aceptó su opción de jugador de 36,5 millones de dólares pero también podría marcharse.

Se rumorea que Durant tiene preferencia por irse a Suns o Heat y en las últimas horas suena Toronto Raptors, aunque cuadrar salarios será complicado y los Brooklyn Nets pedirán un intercambio favorable que les permita seguir siendo relevantes en la NBA. Respecto a Irving, Brian Windhorst (ESPN) afirma que al base le gustaría jugar en Lakers y que los directivos de la franquicia angelina intentarán el traspaso.

Lo que hace unos años parecía la formación de un equipo destinado a dominar la liga, ahora parece desmantelarse. Aunque todo esto no es más que el final de una serie de decisiones desacertadas que desembocan en un cóctel explosivo irreversible.

Brooklyn Nets, quizá demasiado favoritos:

Por nombres, la plantilla de los Brooklyn Nets ha sido la mejor de la NBA estas dos últimas temporadas. El tridente Durant, Irving, Harden, sumado a otros jugadores como Blake Griffin o Patty Mills parecía imparable y la condición de favoritos le acompañó durante toda la temporada 20/21. En Playoffs, una lesión de Kyrie y molestias físicas de Harden hizo que Durant se viera solo frente a Milwaukee Bucks en una serie que se fue a siete partido y que Nets acabó perdiendo a pesar de los 49 puntos de KD.

De cara a la temporada 21/22, recién acabada, el discurso era claro. Si Kevin Durant solo casi elimina a los campeones, con Irving y Harden sanos ganarían el anillo. Pero no es oro todo lo que reluce. Kyrie tuvo problemas para jugar debido a su negativa de vacunarse y la versión de Harden distaba mucho de lo que había sido en Houston. La jerarquía en la franquicia no estaba muy clara, teniendo muchas veces más poder de decisión las estrellas que el propio entrenador.

Vaya papeleta tenía Nash. Sin experiencia, sin plan de juego aparente y teniendo que gestionar un vestuario en constante ebullición. Los ingredientes perfectos para que todo volara por los aires. El que encendió la mecha fue James Harden, traspasado a Philadelphia a cambio de Ben Simmons. En temporada regular acabaron séptimos y tuvieron que ganar el Play-in a los Hornets.

Esta vez en Playoffs tocaba Boston Celtics, un equipo mucho más sólido en defensa. El rendimiento de Durant fue irreconocible y los Nets fueron barridos 4-0. Otro fracaso más de esta plantilla, que evidencia que no todo es poner dinero y juntar estrellas. Ahora parece que las estrellas se bajan del barco.

Al legado de Kevin Durant, este traspaso tampoco le beneficia, ya que se fue de Warriors para demostrar que él podía ganar por su cuenta. Finalmente los de San Francisco han sido los que han ganado sin él.

No se sabe cómo acabará esto y si finalmente conseguirán traspasarlo, pero el simple hecho de que haya pedido el traspaso es la culminación de un fracaso histórico, con una franquicia armando la mejor plantilla posible con el objetivo de ser una dinastía y acabando con más decepciones que logros.

Imagen principal: @BrooklynNets.


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