El partido estrella de la jornada, entre el Manchester United y el Arsenal, acabó con victoria de los ‘gunners’. Esto ha supuesto el fin de la racha positiva de los ‘red devils’, que llegaban al encuentro tras las victorias contra PSG y RB Leipzig; y un empate a cero contra el Chelsea, donde dispusieron de ocasiones para vencer. En cambio, hoy se mostraron bastante planos y carentes de fluidez en ataque. De hecho, no produjeron ninguna oportunidad real de gol.
El club londinense, que no había logrado anotar en sus dos anteriores compromisos ante Manchester City y Leicester, logró marcar mediante un penalti ejecutado por Aubameyang. El Arsenal brilló como colectivo: presión coordinada en campo rival con una primera línea muy activa. Tierney culminó una actuación consistente en defensa y, de hecho, el United apenas castigó su banda. Sin embargo, el jugador a destacar es Gabriel Magalhães: agresivo y certero en los cortes; implacable en los duelos; y decisivo en una de las pocas ocasiones claras del rival.
Los ‘red devils’, que juntaron a Pogba y Fernandes en un rombo, sufrieron la falta de inspiración de sus jugadores clave. El portugués intentó mejorar la salida de balón situándose en el sector derecho de su propio campo, aunque sin resultado. Tampoco logró combinar en 3/4 con sus compañeros y, por lo tanto, generar peligro. Esto se explica, en parte, por la gris actuación del francés. Hay que señalar la falta de claridad de Pogba con el balón en los pies pero, sobre todo, su desconexión en defensa: provocó un penalti ingenuo que rompió la igualdad a favor de los londinenses. En un momento, además, en el que los de Arteta no mostraban profundidad con la posesión.
El equipo de Solskjær acabó el partido con el dominio del esférico. No obstante, pese a las inclusiones de Cavani y Van de Beek en el campo, la falta de creatividad siguió vigente y les impidió igualar el resultado. De este modo, vuelven las dudas a Old Trafford, mientras que el Arsenal cambia su tendencia negativa en la Premier.