Hay una corriente bastante interiorizada y, yo diría que hasta nociva, en el fútbol moderno de hoy en día. Tratar de «jugar bonito», que no necesariamente bien, por imposición; practicar lo que los melindrosos de este deporte exigen como si todos los equipos estuviesen capacitados para la causa común del ‘show’. Pamplinas de exquisitos que solo ven dos partidos por jornada.
Afortunadamente, Cervera se sale de esta censura impuesta a cara descubierta para arañar puntos a los poderosos y romper con la norma establecida. El Cádiz juega feo, que no mal, digamos.
El ejercicio de resistencia del conjunto gaditano el pasado domingo en el Bernabéu desató la indignación de muchos exquisitos que creían que el equipo de Cervera estaba cometiendo cuanto menos un delito por encerrarse atrás todo el partido. Como si no lo hubiesen hecho antes otros entrenadores con equipos de talla mundial. Como si al fútbol solo se pudiese jugar de una forma.
Cervera, el responsable de haber llevado al Cádiz del pozo de la Segunda B al Bernabéu sabe lo que hace, y mucho. Sabe que, con una de las plantillas más limitadas de la categoría, el único camino es este, jugar feo. Sabe que esta es la única forma de sobrevivir en la jungla de la posesión, control y juego atractivo (para los que puedan, claro). Sabe que, aunque le lluevan palos de todos los que no entienden de esto, el objetivo de la salvación pasa por este estilo.
«Sabemos que se juega con un balón, pero también sabemos dónde estamos»
Cervera en rueda de prensa tras el partido frente al Real Madrid
Respeto y mucho a todos esos equipos como el Real Madrid que despliegan un fútbol atractivo, veloz, vertical y lleno de acciones técnicas exquisitas. De hecho, me gusta mucho ese fútbol. No obstante, valoro igual o más el extremo contrario: la explotación de recursos mínimos, el ejercicio de resistencia, la heroica de plantarle cara a los grandes.
Un método que a Cervera le ha valido para entrenar en la élite al igual que a Bordalás le sirvió en su día para llevar al Getafe a Europa o al Cholo Simeone para equiparar al Atlético con los que hasta entonces eran intocables. Y qué bonito es el fútbol cuando no solo ganan los que se supone que tienen que ganar.
«Nosotros nos equivocamos cuando hacemos cosas que no sabemos»
Cervera en rueda de prensa tras el partido frente al Real Madrid
Creo que a estas alturas no hace falta explicar lo mucho que admiro a Cervera dentro y fuera del campo. Dentro por ser el primero en ser consciente de las limitaciones de su equipo y fuera por remarcarlas y salirse del discurso políticamente correcto que va en línea con la exquisitez de los entendidos. También desde aquí quiero aplaudir a Carlo Ancelotti por no ser cómplice del único estilo aceptado y defender a su compañero de profesión.
Paradójicamente, al fútbol también se juega sin balón y el Cádiz (Cervera) sabe que, precisamente, tiene más posibilidades de éxito cuanto menos tenga el esférico.
Imagen principal: Twitter @Cadiz_CF.
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