Siempre se pide de más en los mercados de fichajes. Confeccionar una plantilla no es nada fácil y menos cuando las hojas de rutas pueden llevar a caminos indeseados. Establecer qué fichajes se pueden hacer y qué salidas añadir también es objeto de discusión y de problemas.
Por eso, cuando las cosas no se hacen bien en verano, el mes de enero ayuda a plasmar lo que realmente se buscaba, aunque con menos planificación y tiempo. Solucionar problemas a última hora es la pragmática acometida por el Cádiz, y por suerte, suele salir bien.

Si bien el mercado de verano fue bastante malo, por catalogarlo de alguna manera y salvándose solo Brian Ocampo, el mercado de invierno es un deleite para el paladar futbolístico. Apuestas de futuro, jugadores contrastados y con experiencia. El conjunto gaditano se ha manejado de maravilla, como ratón por cañerías, para conseguir el mejor producto.
Un mercado invernal con siete fichajes que confeccionan una plantilla que, a priori, no debería tener tantos problemas para salvar la categoría. Aun así, esto es futbol amigos, que nunca se os olvide que todo puede pasar y el Cádiz está condenado al sufrimiento. Eso sí, el conjunto de Sergio González puede permitirse soñar con una permanencia que a día de hoy está cara por la cantidad de equipos metidos en el barro.

Desglosando alguna de las incorporaciones como la de Gonzalo Escalante o Chris Ramos, vemos comó se mezcla la experiencia con la juventud que viene pisando con pasos agigantados desde la Segunda División. Añadimos a Roger Martí, delantero que no vive su mejor momento, pero se puede justificar con los problemas que está teniendo el Elche esta temporada.

Y también podemos meter en el saco a Jorge Meré, central que tenía un futuro prometedor, pero que se ha topado con las dificultades que el fútbol pone a los jóvenes que comienzan a despuntar. Presión, falta de oportunidades o mil cosas que se nos escapan. El central tiene la oportunidad de resarcirse de las dudas de su pasado y demostrar el destacado papel que tuvo en ese gran europeo Sub-21 de la selección española.

Con el mismo nivel de dudas puede llegar Sergi Guardiola, odiado o querido, pero sin dejar indiferente a nadie. El del Real Valladolid no está demostrando un gran rendimiento en Pucela, pero sí fuera. Su cesión en el Rayo Vallecano le vino de perlas para coger confianza con 10 tantos. Aun así, de nuevo en los blanquivioletas, sigue sin funcionar y en el Cádiz tiene una oportunidad de oro para aportar ese gol que tanta ansia la afición gaditana.
Imagen principal: @Cadiz_CF.