Último partido de la jornada de este sábado en el que el Atlético de Madrid regresaba al Wanda Metropolitano tres meses después sin su motor más importante, el incansable aliento de la afición colchonera. Sevilla y Getafe ya habían jugado y ninguno de los dos había conseguido ganar, así que el conjunto del Cholo tenía la oportunidad de afianzarse en los puestos champions si lograba la victoria. Por su parte, el Real Valladolid tiene un margen considerable con el descenso, pero quiere asegurar la permanencia en la primera división una temporada más cuanto antes.
El partido arrancó con varias ocasiones claras. Primero Oblak hizo su habitual paradón de cada día a un disparo potente desde la frontal de Waldo Rubio. El Atlético respondió de inmediato con un cabezazo de Morata que se marchó rozando el palo tras centro de Herrera. El encuentro tenía un ritmo más alto de lo que nos tiene acostumbrados el equipo del Cholo. Los rojiblancos se instalaron pronto en campo contrario, con João Félix poniendo la calidad y Marcos Lorente la potencia. Ante este panorama, el Valladolid se replegó y cedió la posesión por completo a los locales.
Simeone sorprendió hoy con su once al dejar en el banquillo a Koke, Saúl y Lodi, tres pesos pesados, pero el Atlético mostró una circulación rápida de balón desde el primer momento. Una de las amenazas más notables en los rojiblancos era Marcos Llorente, que actuaba a modo de todoterreno, siempre pidiéndola al espacio para romper por el costado. El Atlético dominaba, pero el Valladolid era peligroso a la contra: Waldo robó en su propia área, recorrió todo el campo y asistió a Matheus, que apunto estuvo de marcar con un tiro cruzado que se marchó rozando el palo. Hasta el tiempo muerto, muchas alternativas. Los pucelanos cerraban muy bien los pasillos interiores, por lo que los del Cholo se veían obligados a atacar por los laterales, casi siempre por la derecha. 0-0 al descanso.
En la segunda parte bajó la intensidad y el Atlético no encontraba la forma de romper las líneas del Valladolid. El Cholo era consciente de que el cuadro vallisoletano estaba muy bien plantado y dio entrada a Koke, Carrasco, Costa , Correa y Vitolo para agitar el partido, aunque los cambios no surtieron el efecto deseado.
Al Atlético se le veía cansado, más espeso que el otro día en Pamplona. El partido olía a empate mientras el Valladolid se encontraba cómodo esperando atrás y buscando las contras. Algo que claramente echó en falta el conjunto local fue la profundidad por la banda izquierda de Lodi, al que, sorprendentemente, el Cholo no metió en todo el encuentro. Manu Sánchez estaba muy correcto atrás, pero no subía ninguna vez por su banda.
Finalmente el Atlético logró el gol de la victoria a diez minutos del final con un cabezazo de Vitolo en un córner que el central Kiko Olivas del Valladolid no consiguió sacar bajo palos. El Atlético aviación regresó justo a tiempo para sacar tres puntos fundamentales con los que se consolida en posiciones champions y empata a puntos con el Sevilla en la tercera plaza.