El Villarreal dominaba la posesión mientras que Osasuna realizaba un juego más directo con balones largos buscando a su referencia en ataque. Precisamente así llegó su oportunidad más clara, con un envío en largo desde los centrales buscando a Rubén García y en el que Asenjo falló en la salida. El meta del submarino amarillo dejó el balón muerto en la frontal y Marc Cardona mandó su disparo con rosca ligeramente desviado con la portería vacía.

El Villarreal buscaba construir desde el medio con Cazorla para enlazar con sus dos delanteros, el goleador Gerard Moreno, y el fichaje estrella del mercado invernal Paco Alcácer, pero ninguno de los dos entró demasiado en juego debido a la buena disposición defensiva de Osasuna.

El equipo de Pamplona fue creciendo poco a poco en el encuentro y comenzó a llegar impulsado por la buena visión de juego de Rubén García, que suministraba pases a las bandas que acababan en centros laterales, aunque sin un peligro excesivo.

El conjunto local se adelantó en el último minuto de la primera mitad con un gran pase filtrado de Trigueros que sorprendió a toda la defensa osasunista y dejó a Paco Alcácer, que estaba habilitado porque inició la carrera desde su campo, mano a mano para batir a Sergio Herrera y anotar así su primer gol con el Villarreal.

Osasuna empató nada más empezar la segunda mitad. Roberto Torres lanzó un saque de esquina excelente al segundo palo que Aridane remató de forma contundente para poner la igualada en el marcador, aunque le duró poco la alegría. Instantes después, Rubén Peña recibió en la banda izquierda un pase de Cazorla,  dejó a Nacho Vidal en el suelo con un gran recorte, y cruzó un disparo preciso al palo largo para volver a poner al Villarreal por delante.

Osasuna siguió intentándolo y Roberto Torres exigió a Asenjo con un disparo potente que el guardameta mandó a córner. Esta vez el porpio Roberto Torres lo sacó en corto, el centro nunca se produjo, y el Villarreal robó y salió a la contra para liquidar el partido. Cazorla recibió en tres cuartos y asistió a Alcácer con un gran pase picado por encima de la defensa. Aridane arroyó por detrás al delantero cuando se disponía a finalizar y el árbitro pitó un penalti que Cazorla no perdonó para poner tierra de por medio.

En el Villarreal se frotan las manos con la nueva asociación Cazorla-Alcácer, que ya hoy desatascó el primer partido ante un Osasuna demasiado intermitente.

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