La Real Sociedad recibía a un Celta necesitado de puntos para alejarse del descenso después de la polémica derrota frente al Real Madrid. El conjunto txuri urdin todavía no ha conseguido la victoria en la vuelta de LaLiga, algo que le ha desplazado de los puestos Champions hasta la séptima posición. Por su parte el conjunto celeste, después de endosarle un contundente 6-0 al Alavés, tenía la oportunidad de aumentar su colchón a siete puntos con respecto a la zona roja.

La Real se adueñó del balón desde el principio, generando oportunidades y ejerciendo una presión alta que forzaba errores del Celta en la salida de balón: Januzaj tuvo el primer disparo del encuentro fruto de una recuperación en campo contrario. El mediocentro belga era la mayor amenaza de los guipuzcoanos en ataque, metiendo balones peligrosos al área constantemente. Esta Real recordaba mucho más al equipo de antes del parón.

A pesar del dominio de posesión de los donostiarras, el conjunto vigués aguantaba bien sus líneas, sin hundirse en su área, y conseguía salir rápido en transiciones con un centro del campo de mucha calidad formado por Rafinha, Beltrán, Bradaric y Denis Suárez. El Celta terminó haciéndose con el control del partido a la media hora de juego, pero la falta de profundidad en tres cuartos le privaba de disfrutar de ocasiones. No obstante, el equipo de Óscar García consiguió adelantarse en el marcador en la última acción de la primera parte gracias a un penalti muy riguroso de Diego Llorente sobre Aspas que el delantero de Moaña anotó desde los once metros. A la Real le volvía a tocar remar contracorriente.

La Real apretó tras el descanso en busca del empate y forzó el repliegue del Celta, pero el conjunto vigués aguantó una vez más la embestida de los txuri urdin. Los locales se volvieron a adueñar del esférico, pero no eran capaces de hacer daño al Celta, que juntó líneas y cerró bien los pasillos interiores. Januzaj seguía siendo el jugador más activo de la Real, pero la falta de acierto de cara a gol condenaba a los de San Sebastián.

Superado el asedio donostiarra y el ecuador del segundo tiempo, el Celta comenzó a enlazar posesiones largas para enfriar el partido. A la Real no le quedó más remedio que recurrir a los centros laterales como única opción de desactivar la sólida defensa del Celta, pero esta última bala tampoco dio resultado.

El Celta aguantó los últimos diez minutos achicando aguas, realizando un desgaste físico brutal para proteger su corta ventaja, y la mantuvo para sumar tres puntos de oro que le dejan a siete del descenso. La Real sigue negada desde la reanudación de la competición y ve como cada vez se le esfuman más sus opciones de Champions.

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