La sociedad actual se caracteriza por el sobreanálisis en redes sociales, por el hype exagerado y la necesidad de crear ídolos y talentos generacionales a la mínima. Cada año, podemos encontrar a la «next big thing», no sólo en baloncesto, sino en la mayoría de deportes masificados. Pero, en cambio, cuando absolutamente todos los analistas y los profesionales de un deporte detectan a uno, necesitamos dejar patente nuestra desconfianza y apostar por lo contrario para intentar parecer un entendido y anotarte un posible acierto en el futuro. Es la sociedad del «yo ya os lo dije». Victor Wembanyama es el mejor ejemplo de esto.
Todos los expertos están de acuerdo en que el número 1 de este Draft tiene las cualidades físicas y técnicas (un tamaño y una habilidad técnica nunca vistas en un mismo cuerpo) para ser una ‘rara avis’ en la historia del baloncesto, pero existe un sector del mundo que necesita sentirse diferente. Quieren ser el pez a contracorriente.
«Pues yo creo que Mbappé no es tan bueno», «LeBron simplemente está ahí por el físico, ni jugaría en los 80», «¿Pogacar? Nada comparado con los ciclistas de los 2000». No se puede disfrutar de los mejores sin escuchar sus alegatos para defender lo conocedores que son del deporte y cómo ellos saben distinguir a los buenos.
Esto no deja de ser la variación del clásico entrenador de barra de bar, pero ahora, con las redes sociales, estas opiniones no se quedan en el bar del pueblo, sino que tenemos que escuchar a estos «cracks hasta que se les jodió la rodilla» hasta la saciedad.
Existe un consenso por parte de todos los profesionales sobre que, si «Wemby» se mantiene bien físicamente, podría cambiar la perspectiva de los jugadores grandes en la NBA.
Pero un mal partido en Summer League (nueve puntos, ocho rebotes y cinco tapones con dos pérdidas y 15,4% en tiro), el equivalente a un partido amistoso en EE.UU. al que sólo van los suplentes, sirve para juzgar el futuro de un jugador. ¿Os imagináis que Mbappé llegase al Real Madrid y empezase a hablarse de él como un jugador mediocre por un mal encuentro en pretemporada?
A los mismos que aprovecharon ese mal encuentro para soltar los típicos «ya os lo avisé», «no es para tanto», «no sirve para la NBA» o «en cinco años vuelve a Europa», no sé cuál será su opinión después del segundo partido del alienígena francés: 27 puntos y 12 rebotes con un 58,3% en tiros de campo y 50% en triples.
¿Cumplirá Victor Wembanyama las esperanzas de ser uno de los prospects más hypeados de la historia? ¿Será un All-Star perenne y candidato a MVP? O, simplemente, ¿se quedará en uno de los mejores protectores de aro del mundo?
Es imposible saberlo, pero por favor, no escuchéis a los de las afirmaciones categóricas y pedidles que hagan un favor al resto del mundo y que se guarden sus opiniones «alternativas». Hacedme caso y sólo escuchad a la gente que sabe de lo que habla.
Muerte eterna al cuñado de barra de bar.
Imagen principal: @spurs.
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