Un año más el 12 de diciembre es la fecha señalada para disputar ‘El Derbi’ y, cómo no, con mucho en juego. Si el año pasado llegaba el Atlético en lo alto de la clasificación, ahora es el Real Madrid el que dispone de una gran oportunidad para dejar medio sentenciada la liga.
A pesar de ser el único club en recuperar la polémica jornada aplazada, la distancia del Real Madrid con sus perseguidores es amplia y una victoria en el encuentro de esta noche noquearía a su principal contendiente —siempre considerando el nivel de plantilla y el reciente historial—.
La diferencia con la situación vivida la campaña pasada se encuentra en la presión de uno y otro. En el Bernabéu saben que un empate —o incluso una derrota— no condiciona su posición favorable en la carrera por la liga. Sin embargo, el Atlético tiene la necesidad de ganar en el Bernabéu, algo que no ocurre desde 2016.
Por otro lado, la dinámica del Real Madrid no tiene punto de comparación con la del resto de equipos, incluido el conjunto de Simeone. A medio fuelle, sin dejar buenas sensaciones y aun siendo inferior en juego; los de Ancelotti suman de tres en tres y, salvo sorpresa, no se observa rival alguno con la capacidad de seguir el ritmo y aprovechar los malos resultados.
Actuaciones individuales que valen oro:
La chance que disfruta el Madrid se debe, fundamentalmente, por la influencia que poseen las actuaciones individuales de ciertos jugadores que, llegados al ecuador de la temporada, rozan la excelencia. Con permiso de Benzema, las paradas de Courtois valen una liga.
El belga se encuentra en el mejor momento de su carrera a sus 29 años y es, sin duda alguna, el mejor portero del mundo en la actualidad. Su solvencia bajo palos ha permitido que el Real Madrid tenga más puntos de los que, quizás, merece. Es arduo que un guardameta cuente con tanto peso en los buenos resultados y eso, en una liga que partía sin claro dominador, marca la diferencia.
Si a eso le añadimos ‘la revolución Vinicius’ no resulta una locura pensar que al título solo le falta grabar el nombre. Un servidor todavía quiere mantener la cautela con el brasileño; ahora bien, no lo pone fácil. Su versión 2021/2022 es una realidad y no un tramo esporádico. Más allá de las cifras goleadoras, que son una barbaridad, la progresión de Vini como futbolista supone un activo determinante.
Una zaga que peca de irregular:
El protagonismo de Thibaut Courtois viene en parte por los problemas que los blancos aún acusan en la defensa. Si bien es cierto que con el paso de las semanas se ha recuperado el orden, existen ciertas lagunas que no concuerdan con la capacidad que tienen Alaba y Éder Militão para ofrecer inesperados recitales —dada la escasa confianza que manifestaban en los primeros meses de competición—.
La irregularidad es el principal obstáculo para que este Madrid presente candidatura en Europa por la Champions League. Eso sí, cuando el austriaco y, en especial el brasileño, se crecen en el terreno de juego, las dudas se disipan. Asimismo, el estado de forma con el que ha regresado Dani Carvajal ha significado un plus importante.
Un trabajo más que correcto atrás beneficiará el despliegue ofensivo, dado que restar obligaciones defensivas a Casemiro/Kroos/Modrić hace más peligrosa la maquinaria.
¿Victoria = liga resuelta?
El contexto es adecuado y los números no fallan. Para remontar una ventaja tan holgada se requiere de una serie de condiciones que, ahora mismo, ningún equipo reúne. No basta con una plantilla repleta de talento, sino que precisan de un alto ritmo de competición.
Cabe destacar que, frente a la Real Sociedad, Ancelotti igualó el puntaje que él mismo obtuvo en la 2014/2015 y registró un punto menos que el Madrid de la temporada 2016/2017, en la cual Zidane se alzó con el título liguero nº33.
Por estos motivos, el técnico italiano y sus hombres gozan de la opción de acariciar la liga en diciembre, en el Bernabéu y ante el vecino. El escenario no puede ser mejor. Ahora toca disfrutar del derbi madrileño.
Imagen principal: José Manuel Calviño.