Cerramos una semana en la que Sergio Ramos, capitán y emblema de la Selección Española durante su época dorada, ha dicho adiós al combinado nacional. Y no porque él haya renunciado, como sí que hizo algún otro, sino porque el nuevo entrenador, Luis de la Fuente, le ha comunicado por teléfono que no contará más con él.

Incomprensible, desde luego, si nos atenemos a su discurso de investidura como nuevo técnico de la absoluta el pasado mes de diciembre, pocos días después de que su predecesor, el ‘streamer’ Luis Enrique, demostrara su ineptitud para dirigir a nuestra selección en un Mundial del que, una vez más, salimos por la puerta de atrás.
En su primera comparecencia, el técnico riojano espetó lo siguiente en relación a Sergio Ramos, ausente de una convocatoria sin sentido con la que se nos «representó» en Qatar: «¿Sergio Ramos? Claro que puede venir a la selección. Todos los futbolistas que estén en condiciones son susceptibles de ser seleccionados».

Entonces, ¿qué ha cambiado desde entonces? ¿Qué argumento lógico y racional hay para descartar a un jugador susceptible de ser seleccionado, con una trayectoria intachable y que todavía, a sus 36 años, está en activo y disputando la máxima competición continental de clubes como es la Champions? A mí que me lo expliquen.
Decidme, por favor, cuatro centrales mejores que Sergio Ramos en la actualidad para ir convocados a la selección. Yo, desde luego, no los conozco. Explicadme también, si no es molestia, por qué hay que dejar de llamar a un jugador, y más a alguien con el recorrido de Ramos, de forma automática y sin motivo justificado. Adelante.

Yo hubiese llevado a Ramos al Mundial, al igual que hubiese cambiado media convocatoria de la que planteó Luis Enrique. No sé cómo nos hubiese ido con la mía, pero lo que sí sabemos es cómo nos fue con la que confeccionó la persona a cargo por aquel entonces.
No digo que Ramos tenga que ir por decreto ni a la próxima Eurocopa, ni al siguiente Mundial, ni a la siguiente convocatoria en unas semanas. En absoluto. Lo que pienso, y creo que muchos compartimos, es que no hay ninguna necesidad de cargarse a una leyenda de la talla del camero, Campeón del Mundo y de Europa (x2) cuando además, y por desgracia, a día de hoy no hay en nuestro país excesivos sustitutos de garantías como para descartar a viejos rockeros dispuestos a dar guerra.

Tampoco entiendo por qué Luis de la Fuente, sin experiencia en la absoluta, decide comunicar esta decisión al jugador que más partidos ha jugado con España en la historia (180) y campeón de todo, sin ni siquiera haber dirigido aún un solo entrenamiento de la selección. Ver para creer.
La carta de despedida de Ramos me parece impecable y acertada en base a las circunstancias en las que ha sido relegado de la selección. Ejemplos como Modric, Messi o Pepe son la prueba de que se puede seguir rindiendo a un nivel óptimo a pesar de la edad.
Gracias, Ramos, por tu compromiso y entrega al frente del equipo de todos.
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