Se esperaba mucho de este Barça-Betis. Los de Koeman no terminaban de cuajar en Liga y los de Pellegrini siguen mostrando los cambios respecto a la temporada pasada. La sorpresa llegó antes del encuentro: Messi se quedó fuera del once titular. El técnico holandés se decantó por un 4-2-3-1 con Pedri de mediapunta, Dembelé y Ansu Fati a las bandas y Griezmann en la delantera. Por su parte, Pellegrini contaba con la baja de Fekir por lesión. El ataque lo formaron Tello, Canales, Joaquín y Sanabria.
El partido empezó muy vivo y ambos equipos disfrutaron de claras oportunidades, pero los blaugranas se encontraron más cómodos. La fragilidad de la defensa bética es una realidad. Y fruto de ello llegó el primer tanto culé: Dembelé mandó un balón a la escuadra que recordó a su época en el Dortmund. Llegados a la media hora del partido, Mandi cometió un penalti sobre Ansu Fati. A falta de Messi lo tiró Griezmann, pero Claudio Bravo lo detuvo. El francés seguía sin encontrar portería a pesar de las numerosas oportunidades. El dominio culé era la tónica del encuentro, pero en el descuento Sanabria logró empatar el marcador y meter a los suyos en el partido.
La entrada de Messi: punto de inflexión.
El argentino ingresó en el terreno de juego tras el descanso para sustituir a Ansu Fati. Lo lógico hubiese sido que saliese Griezmann, pero al parecer Ansu tenía molestias desde el penalti y una amarilla. Como si de un concierto se tratase, el argentino tomó el papel de director y la orquesta blaugrana tocó al ritmo de Messi. Pero Messi no es solo director, es también el instrumento clave de este Barça. Se inventó una obra de arte en el 2-1 al arrastrar a la defensa bética para dejar pasar el balón y que marcase Griezmann, que llega a los 200 goles como profesional.
Continuaba el despropósito de la defensa bética, y Mandi, otra vez, cometió penalti al despejar un balón en línea de gol con el brazo despegado del torso; expulsión directa. Esta vez el chileno no pudo detener el penalti de Messi. Pellegrini, con uno menos, tuvo que reestructurar el equipo dejando en ataque solo a Loren, que sustituyó a Sanabria. El marbellí marcó un par de minutos después de entrar. El Barça no tenía asegurado el partido y Koeman deambulaba por el área técnica. En el minuto 82 Messi selló la victoria culé con un violento remate y Pedri remató el partido tras un pase raso de Sergi Roberto.

Un partido muy vistoso en el que Messi fue el protagonista, primero por su suplencia y después por el recital que dio. Eso sí, la banda derecha culé sigue siendo su punto débil y los blaugranas se confiaron en algunos momentos. El Betis lo intentó, pero con una defensa así es casi imposible llevarse los 3 puntos. Lo único bueno del equipo andaluz fue Loren, que hizo todo lo que pudo.