Después de un verano lleno de rumores, Damian Lillard reafirmaba su lealtad con Portland Trail Blazers a pesar de que durante la agencia libre parecía no estar muy contento con la gestión de la franquicia.
Dame siempre ha sido más de la escuela de Nowitzki, confía en que algún día llegará la oportunidad de ganar un anillo con el equipo que lo drafteó. No quiere oír hablar de súper equipos, aunque quizá estar rodeado de estrellas durante los Juegos Olímpicos le haya hecho tener algún pensamiento infiel.
Todas estas dudas se multiplican tras el mal inicio de temporada del jugador, promediando peores números que en su año rookie, aunque poco a poco está mejorando sus estadísticas.
Nuevos aires en el banquillo:
Terry Sttots, entrenador desde que los Blazers draftearon a Damian Lillard, ha sido sustituido este mismo verano por Chauncey Billups. La franquicia decidió que necesitaban dar un volantazo y el propio Lillard parecía contento con la llegada de Billups, a pesar de su poca experiencia en los banquillos.
La propuesta ofensiva del nuevo entrenador de los Blazers pasa por mover el balón rápido para encontrar a jugadores en posición de ventaja. Durante muchos años hemos visto cómo Lillard tenía que crear y finalizar su propia jugada, apoyado únicamente por CJ McCollum.
La complicada selección de tiro de Dame, basado en triples lejanos con defensores cerca, sumado a que su equipo apuesta menos por los bloqueos, puede estar afectando a la adaptación de Lillard tras unos Juegos Olímpicos en los que tampoco ha estado muy acertado.
Cambio de normativa:
Jugadores como Harden han hecho público su enfado con la nueva normativa de la NBA, mucho más estricta con los movimientos antinaturales que provocan la falta durante el tiro.
Es una realidad que el número de tiros libres intentados por este tipo de jugadores ha disminuido, ya que forzaban a sus defensores a cometer falta, muchas veces de manera injusta.
Lillard también hizo unas declaraciones recientes sobre el tema, calificando de injusto el arbitraje que se está haciendo, aunque considera que nunca ha sido un jugador que fuera a buscar la falta de manera intencionada.
Es cierto que su porcentaje de tiros libres ha disminuido, pero no es un jugador que dependa tanto de ello y la verdadera problemática está en su porcentaje de triples anotados (25,4% con 12 partidos disputados).
Varios son los factores que pueden haber influido en su rendimiento, aunque Lillard habla de una simple mala racha y acepta el desafío de volver a su mejor nivel: “Siempre veo los malos momentos como una oportunidad para mostrar mi verdadero carácter. Cuando las cosas van bien, hay muchos elogios que te acompañan. Mucha gente te da crédito. Pero creo que dice más cuando estás pasando por una fase mala y todos tienen algo que decir y, para mí, los buenos de verdad pueden seguir adelante y pese a todo encontrar la manera de hacer el trabajo”.
Imagen principal: Web Portland Trail Blazers.