El Málaga CF lanzó hace un mes su campaña de abonados con un eslogan directo y revelador: ‘Tira de genio’, en alusión a la nueva hazaña lograda por el conjunto blanquiazul tras mantener la categoría de plata de forma holgada y pese a las limitaciones económicas. Manolo Gaspar, el constructor de una plantilla que tiene que medir al milímetro cada movimiento que hace, ha demostrado por qué el lema escogido encaja a la perfección con lo que la dirección deportiva busca para devolver al club a lo más alto: diamantes en bruto dispuestos a brillar en la Costa del Sol para consolidarse en la élite, como Paulino.
El extremo cántabro, fichaje estrella hasta la fecha, llega a Martiricos en medio de un clima de ilusión alimentada por los que le han visto jugar, entre los que me incluyo, e incertidumbre por los que no han tenido la oportunidad de catarle hasta el momento y temen que el revuelo desatado quede en humo. Desde aquí puedo decir que las expectativas desatadas en su incorporación están justificadas. Paulino tiene un potencial tremendo y todo lo necesario para triunfar.
Un servidor que ha visto los 42 partidos de su maltrecho Logroñés en su primera aventura en el fútbol profesional ha podido disfrutar de primera mano de la enorme calidad que atesora este jugador: extremo derecho pero zurdo de pie con innumerables recursos para el regate, encarador nato, rápido y con un guante en su bota para el centro o el disparo.

Paulino es un jugador incansable en el intento de zafarse de su marca en el 1vs1 y que no deja de intentar el dribbling en campo contrario para generar ocasiones de peligro y dejar destellos de calidad a los asistentes en la grada. Un tipo diferencial de los que cada vez hay menos y que marca la diferencia. Un jugador que se sale del nuevo guion establecido para cambiar el transcurso del juego.
A sus 24 años, su paso por el club riojano ha significado su primera experiencia en la liga, pero sin duda ha dejado una grata carta de presentación para los que le hemos seguido a lo largo del año.
Con su llegada al Málaga, Paulino tiene una gran oportunidad ante sí de convertirse en el nuevo ídolo de La Rosaleda y de consolidar su carrera en el fútbol de élite. El club blanquiazul tiene que tirar de genio e imaginación para moverse en un entorno limitado. Eso es justo lo que Paulino exhibe sobre el verde.