El Villarreal no termina de arrancar y de encontrar la regularidad esperada. Con un tercio de la temporada cumplido, el submarino amarillo marcha 12º en la tabla de LaLiga y 2º en Champions a falta de una jornada, donde deberán ganar a la Atalanta para asegurarse su presencia en los octavos de final.
El conjunto de Unai Emery gana pocos partidos para la puesta en escena de un juego ofensivo y atractivo marca de la casa que ofrece su equipo, y le cuesta un mundo materializar las numerosas ocasiones que genera por encuentro. Además, la fragilidad defensiva le hace encajar con relativa facilidad, lo cual impide sumar con asiduidad. Los dos enfrentamientos frente al Manchester United ilustran a la perfección esta dinámica.
«Tanto aquí como en Manchester estuvimos bien, pero sin recompensa»
Unai Emery en rueda de prensa tras la derrota frente al United
El Villarreal es un equipo que tiende a dominar la posesión y filtrar balones al espacio en busca de la velocidad de sus delanteros para tratar de desequilibrar los encuentros, pero no está siendo efectivo. En liga acumulan 16 goles en 15 partidos, pero solo han sido capaces de ganar en tres jornadas. Marcan poco para lo que generan.
Según los datos de infogol, en liga el submarino debería llevar 21 goles en base a las ocasiones creadas (expected goals). Solo Danjuma ha sobresalido en esta faceta, con 5 tantos en la competición nacional y 2 en Champions, hecho muy influenciado por la baja de Gerard Moreno.
Por si esto fuera poco, han encajado 17 tantos y empatado en hasta siete ocasiones en liga, la mayor losa del equipo a la hora de intentar escalar posiciones, lo cual hace que su 59,8% de posesión y 85,2% de acierto en el pase, según datos de whoscored, queden en vano.
El cuadro de Emery encaja con demasiada facilidad. Va a gol por encuentro en liga y evidencia serias carencias a balón parado y en concesiones absurdas que cuestan goles en contra. Acciones como la de Mandi en el Wanda, su pase atrás frente a Osasuna en el 89’ que significó el gol del Chimy Ávila, o los dos goles encajados por Cristiano Ronaldo en sendos encuentros de Champions, son claros ejemplos de errores gravísimos que cuestan partidos.
La tónica general del submarino queda claramente ilustrada: dominar, generar y hacer méritos para ganar, pero terminar regalando atrás y estancarse en una posición lejos de los objetivos.
Emery ha apostado por quedarse para revertir la situación tras el interés del Newcastle y estoy seguro de que completará la temporada por el crédito que ha logrado, pero los resultados son los que mandan en el fútbol y el Villarreal debe lograr plaza europea en una liga muy igualada para consolidar su ambicioso proyecto. Desde luego, con esta dinámica lo tendrán imposible.
Imagen principal: Twitter @VillarrealCF.