Zidane comenzó el partido con cinco centrocampistas al igual que lo hizo en la Supercopa de España, pero esta vez la fórmula no funcionó y la entrada de Lucas Vázquez y Vinícius tras el descanso decantó la balanza a favor del Madrid para acabar con la imbatibilidad liguera del Cholo en el Bernabéu.
El Atlético fue mejor en la primera mitad ante un Madrid incapaz de encontrar el hueco por donde filtrar pases que hiciesen daño al habitual férreo planteamiento del Cholo.
El Atlético se encontraba muy cómodo sobre el campo y puso en bastantes apuros a la defensa del Madrid. Morata fue un dolor de cabeza para Ramos y Varane, bajando a recibir continuamente para desahogar a su equipo, y Vitolo, muy participativo, se asociaba desde la media punta para buscar la espalda de los centrales y encontrar a Morata.
El Atlético apostaba por un juego más directo tras recuperación mientras que el Madrid se centraba más en la elaboración, aunque ninguno de sus intentos llegaba a buen puerto. Por su parte los del Cholo Simeone gozaron de tres claras oportunidades con un disparo de Vitolo que Courtois no pudo blocar, un remate de Saúl que se marchó cerca del poste, y una ocasión de Correa muy escorado que Courtois tapó muy bien y el delantero argentino envió al palo.
El Madrid no inquietó el marco de Oblak más allá de un remate de Ramos que se marchó por encima, mientras que el Atlético sujetaba muy bien al conjunto blanco.
El partido cambió por completo en la segunda mitad gracias a los cambios que introdujo Zidane para agitar el encuentro. Lucas Vázquez y Vinícius entraron por los costados para pasar a un 4-3-3 y el Madrid arrolló al Atlético.
El gol de la victoria llegó gracias a un gran movimiento del extremo brasileño, que atrajo a su marca para que Mendy le doblase y pusiese un centro perfecto para el remate de Benzema, que rompía así su sequía en los derbis de Chamartín.
Morata tuvo que retirarse por molestias y el Atlético se vio superado ante el vendaval ofensivo de un Madrid que continúa su buen estado de forma.