El Atlético no pasa por un buen momento y el equipo salió al campo consciente de la importancia del choque para el devenir de la temporada. Las plazas Champions están cada vez más caras y el Cholo, dentro de la poca disponibilidad de una plantilla mermada por las lesiones, introdujo cambios tácticos para variar los malos resultados recientes. Esto se tradujo en Koke, que volvía de lesión y comenzó por delante de la línea de medios en un 4-3-1-2 que incrementó la velocidad de balón y facilitó la movilidad de Correa y Vitolo arriba.

Por su parte, el Granada decidió reservar a varios de sus titulares en vistas de la histórica semifinal de la Copa del Rey que disputarán entre semana, y dejó en el banquillo a jugadores como Rui Silva, Carlos Neva, Antonio Puertas y Carlos Fernández.

Los rojiblancos reflejaron sus superioridad desde el principio, en la que sin duda ha sido el mejor arranque de los del Cholo en lo que va de temporada, y replegaron al Granada desde el primer momento.

Un saque de banda de Saúl Ñíguez propició un error defensivo que puso al Atlético por delante en el minuto seis. Yan Eteki y José Martínez chocaron en el intento de despeje y Koke sirvió en bandeja el primero para Correa, que se encuentra en un gran estado de forma.

El Atlético aguantó el ritmo durante los primeros veinte minutos hasta que el Granada fue poco a poco mejorando en el encuentro, aunque no consiguió tirar entre los tres palos en toda la primera mitad. Por otro lado el equipo rojiblanco, fruto del notable aumento de velocidad en la circulación de balón, propició demasiadas imprecisiones en el último tramo que no le permitieron llegar con claridad para aumentar su ventaja antes del descanso.

Pero la buena primera parte del Atlético fue tan solo un espejismo. El equipo del Cholo volvió a echarse atrás tras la reanudación y renunció de nuevo a tener el balón, lo cual permitió crecer al Granada, aunque tampoco inquietó en exceso el marco de Oblak.

El Atlético buscó cazar contragolpes para matar el partido y pudo lograrlo por medio de un remate de bolea de Saúl y otro disparo cruzado de Carrasco, pero el Granada se mantuvo vivo hasta el final. De esta forma, Soldado tuvo la ocasión más clara para el conjunto nazarí con un remate acrobático en el que Oblak volvió a salvar a su equipo, que acabó pidiendo la hora para reencontrándose con una victoria clave en la pelea por la liga de campeones.

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