Koulibaly es el nuevo fichaje del Chelsea, que viene a ocupar el hueco que han dejado Rüdiger y Christensen en la defensa. Se habla de que habrían pagado 40 millones por el central senegalés, que firma hasta 2027. Su anterior club, el Nápoles se ha despedido de él después de ocho temporadas.

Otro fichaje reciente ha sido el de Raheem Sterling, procedente del Manchester City, por 56 millones aproximadamente. Viene a reforzar el ataque de los ‘Blues’ tras la salida de Lukaku, que vuelve cedido al Inter. Sterling viene de marcar 17 goles y dar 8 asistencias en la pasada temporada.
Como siempre, el Chelsea resuelve todos sus problemas a base de fichajes. A pesar de la salida del capital ruso, el equipo londinense quiere seguir siendo relevante en Inglaterra y Europa. Si ahora está de moda el término «clubes estado», donde caben Manchester City o PSG, también debemos incluir al que fuera uno de los modelos a seguir a principios de siglo. El dinero ruso precedió a los equipos de jeques y emires hasta llegar a la situación actual, con Roman Abramovich abandonando el club.
En los últimos años, el Chelsea no ha conseguido asentar un dominio claro en el fútbol inglés, aunque se ha hecho notar con títulos como la Champions de 2020/2021. Este logro estuvo precedido de un mercado de fichajes en el que incorporaron a jugadores como Havertz, Werner, Ziyech, Chilwell o Mendy. La llegada del técnico Thomas Tuchel a mitad de temporada fue la última piedra en la senda del triunfo.
Como flamantes Campeones de Europa, los ‘Blues’ se postulaban como favoritos a todo. Lukaku volvía al Chelsea para ser el factor diferencial, aunque la temporada no fue todo lo que se podía esperar. De hecho, comenzaron ganando la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, alargando el éxito de la campaña anterior.

En liga una cómoda tercera plaza, aunque sin posibilidades de competir con los absolutos dominadores de la competición, Liverpool y Manchester City. En Champions se toparon con un Real Madrid tocado por una varita. Mendy no tuvo su mejor día en el partido de ida en casa (1-3) y a pesar de que en el Bernabéu le dieron la vuelta con tres goles, Rodrygo forzó la prórroga en el minuto 80 y Benzema sentenció en el 96. Tampoco hubo suerte en las copas, donde perdieron las dos finales contra el Liverpool.
Toca empezar de nuevo. Dejar atrás las decepciones y seguir ilusionando. Los nuevos dueños lo saben y por ello han reforzado la plantilla con Sterling y Koulibaly. Siguen sonando nombres en defensa, como Koundé o Aké, y necesitarán un delantero que sustituya a Lukaku.
Imagen principal: @ChelseaFC.