Ligas distintas las que se enfrentaban en el Bernabéu para cerrar la jornada. Por un lado, el equipo de Zidane necesitaba la victoria para mantenerse en el liderato. Por el otro el Celta, que inició el encuentro en posiciones de descenso, trataba de encadenar dos triunfos consecutivos y romper todos los pronósticos.
Primeros minutos de dominio del Madrid sin encontrar huecos ante un Celta bien plantado atrás con defensa de cinco. Iago Aspas recibió entre líneas por delante de la divisoria y envió un pase preciso a la espalda de Varane que dejó solo a Smolov frente a Courtois. El ariete ruso realizó un control orientado extraordinario y definió abajo ajustado al palo para adelantar al Celta en el electrónico.
El Madrid siguió tratando de trenzar jugadas de peligro en ataque por medio de aperturas a los costados para provocar la basculación del Celta y así crear el espacio para la línea de pase, pero el equipo celeste se mostraba serio en su campo esperando a robar un balón para buscar a su 10, aunque apenas conseguía pasar del centro del campo. No obstante, Rafinha dejaba destellos de calidad cada vez que su equipo era capaz de progresar.
Realmente el Madrid, a pesar de llevar el peso del partido, no generó ocasiones clarísimas más allá de una buena combinación por la izquierda entre Benzema, Hazard y Bale que el expreso de Gales finalizó por encima del travesaño. Y el Celta estuvo a punto de poner tierra de por medio justo antes del descanso con un cabezazo de Aidoo tras saque de esquina que el guardameta belga sacó abajo con una gran intervención. El Celta se marchó con ventaja al descanso gracias a un notable trabajo defensivo que dejó seco al Madrid en ataque, que no tiró entre los tres palos en toda la primera mitad.
El conjunto blanco regresó con el mismo dominio territorial pero esta vez creando la primera oportunidad importante. Bale puso un pase al segundo palo tras una triangulación con Carvajal que Ramos mandó a la red, pero estaba en fuera de juego y el gol fue anulado, aunque al Madrid no le costó hacer el empate. El equipo de Zidane disminuyó notablemente los envíos al área por arriba y se limitó a ponerlas por abajo, lo cual complicó mucho más al Celta. Y así logró la igualada, con una apertura de Benzema a línea de fondo que Marcelo puso atrás para la llegada de Kroos, que la ajustó al palo con precisión alemana.
Y un error de Rubén Blanco propició la remontada blanca. El portero del Celta convirtió un saque de puerta en pena máxima al arroyar a Hazard de forma completamente innecesaria tras un pase filtrado para el belga que se marchaba por línea de fondo sin mayor peligro. Ramos se encargo de transformarlo para allanar el camino a una nueva victoria.
El partido siguió con el mismo guión pero el Madrid no lo cerró, y como consecuencia llegó la jugada estelar del Celta que supuso el empate final. El equipo celeste elaboró una gran combinación al borde del área que terminó con un pase espectacular de Denis Suárez que superó a toda la defensa blanca y dejó solo a Santi Mina, que definió abajo para batir a Courtois. Frenazo del Madrid, que se deja dos puntos in extremis, ante un Celta que suma un punto de oro.