Partido decisivo en el Camp Nou entre dos grandes del fútbol español: El último tren para el Barça, sin margen de error y sumido en una crisis institucional que ha desembocado en otra deportiva que cada vez le está descolgando más de su rival directo, o la puntilla final de un Atlético asentado en la tercera plaza que podía servirle el título en bandeja a su eterno enemigo. En juego el partido que podía decidir LaLiga.
Si en el Barça se volvió a quedar en el banquillo Griezmann, algo cada vez más habitual, en el Atlético lo hizo Joao Félix. Riqui Puig repitió en el once titular como integrante del centro del campo culé, una apuesta clara de Setién por tratar de llevar la iniciativa del juego. En el cuadro de Simeone, mismo esquema de siempre, y de nuevo Llorente arriba para explotar su portento físico en las llegadas de los rojiblancos.
El partido se convirtió en un ida y vuelta desde el principio, con dos equipos muy verticales que priorizaban la velocidad en la circulación de balón para llegar a campo contrario. El Atlético construía una telaraña en su propio campo para cerrar espacios, y por eso el primer gol del Barça tuvo que llegar a balón parado: Messi puso un córner corto al primer palo y Costa la tocó con el muslo y la introdujo en su propia portería.
La jugada más controvertida llegó solo tres minutos después, con un penalti de Vidal sobre Carrasco que dará que hablar: penalti claro, lo tira Costa, lo para Ter Stegen, y el árbitro lo manda repetir porque el alemán no tenía un pie sobre la línea en el momento del lanzamiento. Una norma absurda porque bastante ventaja tiene ya un lanzador de penalti, pero bien pitado con el reglamento en la mano. Saúl tomó el relevo y esta vez sí hizo el empate. El ritmo frenético se mantuvo toda la primera mitad, pero ninguno de los dos equipos volvió a ver puerta.
La polémica está empeñada en acaparar el protagonismo desde el regreso de LaLiga, y esta vez lo hizo al comienzo de la segunda parte con otro “penaltito”, esta vez de Felipe sobre Semedo, con un ligero toque del central sobre el lateral. Messi se puso “nervioso” y ejecutó un penalti perfecto a lo panenca para volver a poner las cosas de cara al barça. Gol 700 del argentino que mantenía vivo al Barça en la pelea por el título.
El empate del Atlético no podía llegar de otra forma que desde los once metros. De nuevo Semedo fue esta vez el detonante por un toquecito sobre Carrasco que desequilibró al belga en la carrera. Saúl ejecutó y Ter Stegen adivinó el lanzamiento, pero el balón entró llorando en la portería del alemán. Tablas en el partido de los penaltis.
El Barça volvía a estar en el alambre, donde ha vivido desde la vuelta de la competición, y el adiós a la liga estaba cerca de consumarse si no lo remediaba alguna genialidad individual, porque la buena disposición en defensa del Atlético impedía la fluidez en el juego blaugrana. La jugada milagrosa no llegó, y el Barça se despide virtualmente de la liga a la espera de lo que haga el Madrid el jueves. El Atlético sentencia al Barça y acerca el título al Madrid.