El Manchester United ha sido hogar, en los últimos años, de jugadores con altas expectativas y bajo rendimiento. Semanas atrás hablé de Paul Pogba y, casualidad o no, ha firmado una serie de buenas actuaciones desde entonces. Nunca dejó de tener talento y condiciones, pero la regularidad es clave también. Ahora, es Luke Shaw el que está «callando bocas» en la Premier League.
El inglés llegó a Old Trafford tras brillar en el Southampton y su etiqueta señalaba a una de las mayores promesas de Inglaterra, en su momento. Casi siete años después, está llevando a cabo su mejor temporada como ‘red devil’. El camino no ha sido fácil: varias lesiones lastraron su progreso, entre ellas una de larga duración. Además, Mourinho no confió en él y, durante su estancia en Manchester, Shaw quedó relegado al banquillo.
¿Por qué ha explotado este curso?
Pienso que uno de los motivos es Alex Telles, el fichaje para el lateral izquierdo que (en principio) debía ser titular indiscutible. Si hay algo que nunca ha tenido el inglés en estos siete años, es competencia. No es ninguna minucia el contar con un compañero capaz de arrebatarte el puesto. Sin duda, esto ha supuesto un motivo de trabajo y deseo de mejorar para Shaw.
El propio brasileño comentó que ambos se desarrollan juntos en los entrenamientos y partidos. La competencia dentro del equipo es importante e impulsa el avance de los jugadores. Está claro que no todos reaccionan igual, pero en el caso del inglés sí le ha ayudado a alcanzar su máximo pico de rendimiento.
Con 25 años, Luke Shaw está demostrando fiabilidad defensiva y finura en ataque, gracias a sus precisos centros. Es uno de los jugadores más en forma del United y, de seguir así, tendrá un puesto casi garantizado en la selección inglesa. La espera ha sido larga, pero Luke, qué bueno que viniste.