En plena pretemporada, con los clubes ingleses disputando todavía amistosos preparatorios, el Arsenal de Arteta logró vencer al Liverpool y ganar la Community Shield. El resultado fue ajustado (1-1) tras los noventa minutos y el campeón se decidió en la tanda de penaltis (no hubo prórroga). Rhian Brewster fue el autor del único lanzamiento fallido. Aunque es imprudente extraer conclusiones de este tempranero partido, hay puntos que sí podemos analizar.
La primera parte tuvo dos protagonistas, ambos del club londinense: Pierre-Emerick Aubameyang y Bukayo Saka. El joven inglés produjo las jugadas más peligrosas de los ‘gunners’. Asistió al gabonés con un cambio de orientación perfecto y este definió con rosca al palo largo de Alisson. Además, Saka dio dos pases clave más que Nketiah no supo aprovechar. La actuación general de Bukayo (18 años) fue bastante buena y acorde a las expectativas que ya tienen en Londres puestas sobre él.
La ausencia de Trent Alexander-Arnold es otro elemento a destacar. La elaboración de ataques del Liverpool pasa, en buena medida, por las botas de este jugador. Es más que un lateral: su visión de juego y capacidad de pase lo convierten prácticamente en un ‘playmaker’. Neco Williams fue su sustituto y su corta edad (19 años) se hizo notar. Está muy lejos del nivel de Alexander-Arnold, lo cual es comprensible al hablar del mejor lateral derecho del mundo actualmente.
No hay que dejar de hablar de Emiliano Martínez, héroe una vez más con dos excelentes paradas a Sadio Mané. Su nivel es una realidad que va más allá de la pasada temporada y parece que buscará un nuevo club donde ser el titular indiscutible. Arteta cuenta con Bernd Leno para el puesto y el argentino no puede permitirse ocupar el banquillo en su estado actual.
El entrenador español consigue, tras este encuentro, su segundo título en ocho meses con el Arsenal. Ha logrado darle al equipo cohesión, ilusión y, sobretodo, competitividad. Faltan fichajes por realizar para mejorar el nivel de la plantilla, pero los mimbres parecen estar ya establecidos. El futuro pinta brillante bajo los mandos del vasco.