«No conozco a ningún equipo que haga cosas importantes en el fútbol con una defensa débil». Esta cita de Guillermo Bermejo resume una máxima que, en ELXIIDEAL, hemos defendido siempre: el éxito nace a partir de una retaguardia sólida. Los dirigentes de la Premier lo saben bien: Harry Maguire, Virgil van Dijk, Rúben Dias y Raphaël Varane son pruebas fehacientes.
El Chelsea de Thomas Tuchel ya ha demostrado, tanto en Champions como en Premier, que cuida esta idea. No obstante, aunque puede dar lugar a confusión, su estilo es de todo menos «defensivo». El Cholo Simeone, por ejemplo, es odiado y amado -a partes iguales- por cerrarse atrás al adelantarse en el marcador.
El Cádiz de Cervera, por su parte, prioriza la portería a cero y el equipo juega en base a ese objetivo. Ambos casos han obtenido grandes resultados con sus métodos, lo cual es admirable. Tuchel, sin embargo, es un exponente de la exitosa escuela alemana de Ralf Rangnick.
Este reputado exfutbolista, entrenador y director deportivo alemán es el padre futbolístico de toda una generación: Jürgen Klopp, Hans-Dieter Flick y Julian Nagelsmann son, junto al técnico ‘blue’, sus caras más conocidas. Todos ellos se caracterizan por el gegenpressing o presión alta. Cada uno tiene matices, pero los puntos básicos son la presión al balón (no al hombre) y jugar al ataque.
Este estilo suele buscar transiciones defensa-ataque rápidas y, al iniciar desde campo propio, una salida de balón limpia. Por lo tanto, hablamos de un método ofensivo que, en palabras de Rangnick, pretende ser proactivo sin importar que la pelota la tenga su equipo o el rival.
Tuchel ha logrado reforzar estas ideas con un sistema defensivo insuperable en Europa. El Chelsea es un equipo de autor que se ha gestado en tiempo récord y que, en mi opinión, es el gran favorito para ganar la Premier.
Su capacidad para mantener imbatida la portería ante cualquier rival y la llegada de Lukaku son factores diferenciales. Manchester City, Liverpool y Manchester United son los otros candidatos, pero ninguno ha mostrado la consistencia y el equilibrio (entre defensa y ataque) de los ‘blues’. El tiempo dirá.