El Bayern ya está en la final de la UEFA Champions League tras su contundente victoria frente al Olympique de Lyon. La apisonadora alemana volvió a hacer honor a su apodo después de castigar a su rival en muchas de sus llegadas, y pudieron ser más.
El Lyon volvió a llevar a cabo su plan, el único que sabe ejecutar: cerrar espacios atrás y buscarlos a la contra con la velocidad de Depay y el Toko Ekmbi, y lo consiguieron en muchas ocasiones, pero fallaron todo de cara a gol. Si a eso le sumas que no defendieron ni por asomo igual de bien que contra el City, el resultado estaba claro. El Bayern les vacunaría en cuanto pudiese, y así fue. A la final sin desgastarse demasiado, igual que el PSG.
El conjunto de Flick probablemente sea más completo que el de Tuchel, sobre todo en el centro del campo. El PSG necesita sí o sí que Verratti llegue a la final del domingo para poner algo de orden en el medio, porque si no lo van a pasar muy mal. No obstante, el Bayern arriesga mucho con su formación cuando tienen la posesión, porque con dos laterales tan ofensivos (veremos si Pavard llega para el domingo) cada contra es un suplicio.
Ya lo sufrieron ayer Boateng y Alaba, a los que no es muy difícil cogerles la espalda, como pudimos comprobar. Tuvieron suerte de que el Lyon estuviese desacertado de cara a gol, pero dudo que eso pase contra el PSG. Con dos bichos arriba como Mbappé y Neymar, y los pases de Di María, les matarán en velocidad como jueguen tan despreocupados en defensa. Por ahí tiene trabajo Flick. Nos espera una final apasionante.