«Dicen que nunca se rinde…». Esto reza el himno del Sevilla y, anoche más que nunca, se hizo realidad. El club hispalense remontó tras resistir un auténtico asedio del Manchester United en el inicio de la segunda mitad. Bounou se erigió como héroe gracias a sus paradas.

El equipo inglés se puso por delante a los nueve minutos del pitido inicial, mediante un penalti ejecutado por Bruno Fernandes (especialista en esto). Sin embargo, los jugadores de Julen Lopetegui supieron aprovechar la mayor debilidad del rival para igualar el encuentro: la banda izquierda.

Debido a la ausencia de Luke Shaw, el titular en el lateral fue Brandon Williams (19 años). Su falta de concentración para realizar el marcaje permitió a Suso manejar libre el balón y anotar el tanto de la igualada. El joven canterano inglés fue responsable, pero los seguidores del United podrán perdonar su falta de experiencia.

Al que no perdonarán es a Victor Lindelöf (26 años). En el 78′ de partido logró Navas conectar un preciso centro al pie de Luuk De Jong, que remató a placer y colocó el 2-1 en el marcador. Fue el central sueco quien desatendió, de manera deplorable, la marca al delantero holandés.

Otro de los señalados, por parte de los ‘red devils’, fue Marcus Rashford. Su pobre actuación distó de lo que se espera de una de las estrellas del conjunto mancuniano. Quizás Ole Gunnar Solskjaer debió dar entrada a Daniel James bastantes minutos antes del 87′ (cuando saltó al campo). De hecho, los cuatro cambios que realizó pudieron haberse producido con mayor antelación.

Queda claro que la competición predilecta del Sevilla es la Europa League. El modo de aguantar un remate tras otro, de no decaer ante oleadas de ataques y de, además, encontrar el gol de la victoria, lo demuestran. «Dicen que nunca se rinde…», y ya sólo quedan noventa minutos de resistencia para, por sexta vez, levantar la copa de la UEFA Europa League.

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