El ambiente estaba caldeado en el Camp Nou, con una afición claramente molesta con la gestión de la actual junta directiva. La grada mostró su descontento con una sonora pitada acompañada de una pañolada en los prolegómenos del encuentro. Por si esto fuera poco, el partido comenzó con retraso por problemas técnicos con el VAR, algo que alimentó más aún los gritos de «Bartomeu dimisión».
En cuanto a lo deportivo, el Barcelona salió con un sistema híbrido de 4-3-3 con Arturo Vidal formando parte del tridente por la izquierda en ataque y 4-4-2 sin balón, mientras que el Eibar presentó un 4-2-3-1 en el que Gonzalo Escalante se situaba sobre la posición de Sergio Busquets para tapar su salida de balón. El cuadro de José Mendilibar entró al choque dando sensación de peligro arriba gracias a una presión alta sobre la salida de balón del Barça que provocaba pérdidas en el conjunto blaugrana. El Eibar tuvo las dos primeras ocasiones con un disparo de Inui y un cabezazo de Sergi Enrich al fondo de la red que fue anulado por posición antirreglamentaria del delantero balear.
Messi, como siempre, protagonizó la primera jugada que desequilibró el encuentro con un balón de Rakitic que el 10 argentino recibió entre líneas para driblar a la defensa, superar con un caño a Arbilla, aguantar la carga de Diop, y picar la bola sobre Dmitrovic con un tanto que rompía su sequía goleadora de cuatro partidos gracias a una nueva jugada magnífica del astro argentino.
El Barça se hizo con el dominio, demostró su calidad en tres cuartos con triangulaciones constantes que superaban la intensa presión del equipo armero, y simplemente era cuestión de tiempo que el equipo blaugrana encarrilase un partido demasiado plácido, que Messi se encargó de solventar por la vía rápida con dos tantos consecutivos que le otorgaron el Hat Trick sin ni siquiera llegar al descanso. El 2-0 nació de un saque de banda en el que Busquets condujo para atraer defensores, Vidal elaboró una pared con Messi, y el argentino hizo su clásico eslalon por la izquierda para cruzar un disparo raso y volver a batir a Dmitrovic. Tan solo tres minutos después Cote cometió un grave error en la salida de balón que significó el tercero del equipo culé. Messi quiso darle el gol a Griezmann, pero el francés tardó demasiado en acomodársela a su pierna buena, perdió la opción de disparo, y el rechace le cayó al argentino para sentenciar el partido en la primera mitad en lo que fue la victoria del Barça más olgada con Setién al mando.
Con todo el pescado vendido, la segunda parte transcurrió de manera plácida con dos equipos conscientes de que el choque estaba resuelto. De este modo, el Barça trataba de trenzar jugadas vistosas en campo contrario para deleitar a su parroquia mientras que el Eibar tenía dos objetivos, cortar la sangría para no encajar más goles e intentar maquillar el resultado, con ocasiones en ambos bandos.
Lo más destacado fue la entrada en el partido de Martin Braithwaite, el fichaje de la discordia por la lesión de larga duración de Dembélé. El delantero danés se mostró activo arriba buscando desmarques para recibir pases de Messi, y terminó generando dos goles. Asistió al 10 para su póker y estuvo cerca de anotar en la jugada del quinto, que finalmente hizo Arthur.
El Barça (o Messi) resolvió muy pronto un partido plácido para sumar tres puntos más de cara a la cita trascendental del Bernabéu la próxima jornada. Por su parte, el Eibar, eso sí, con el partido de la Real Sociedad pendiente, no consigue despegarse de la zona de abajo y buscará reencontrarse con la victoria en casa contra el Levante.