El Málaga de Champions fue un espejismo, un lindo espejismo que nos hizo soñar con tocar el cielo de Wembley en aquella Copa de Europa de 2013. Pero, señoras y señores, el Málaga CF siempre ha sido lo que es esta temporada: sufrir, sufrir y sufrir condenado a vagar en un ascensor durante toda su vida y que cuenta las veces que ha estado a punto de desaparecer como anécdota.
Pese a ello, se espera un lleno absoluto en las gradas de un estadio que ha visto jugar al Barça de Guardiola, al Dortmund de Klopp o al Real Madrid de los Galácticos, y que este año ha presenciado vergüenzas como la goleada histórica del Ibiza o el asalto de un recién ascendido Amorebieta, sin menospreciar a estos equipos.
Da igual lo mala que haya sido la temporada o que Manolo Gaspar parezca que haya seleccionado a los jugadores acorde a las estadísticas que tengan en BeSoccer. El malaguista siempre responde y canta al unísono con el Frente Boquerón y los Malakas, sin olvidarnos de nuestros amigos venidos de tierras donde el sol es un completo desconocido, los Guiri Army. En esta ocasión no será diferente al resto y la cita congregará desde las 18H a miles de boquerones alentando a los suyos.
Habrá recibimiento porque también habrá autobús, sí, es redundante, pero incluso en eso ha faltado comunicación entre club y aficionados a los que, tras haber organizado un recibimiento en anteriores jornadas, la institución malaguista no fue capaz de avisar de que los jugadores acudirían de manera individual al estadio, dejando con cara de tontos a los que sienten el Málaga como una forma de vida.
Real B y Amorebieta jugarán a la misma hora, a las 20H, por lo que las radios, los cuchicheos entre aficionados y, esperemos que alguna celebración de gol externo, serán protagonistas del destino del Málaga CF la próxima temporada. Puede valer el empate, incluso la derrota dependiendo de terceros, pero la realidad es que se debe ganar por lo civil o por lo criminal.
Primero para visitar el Anxo Carro con los deberes hechos y segundo por la afición, que no divisa una victoria de su equipo desde el pasado 20 de noviembre cuando la Pantera hizo rugir a La Rosaleda y, por qué no decirlo, para dar un respiro a los corazones que… telita.
El Burgos, equipo del papamoscas, acude al feudo de martiricos con un pobre bagaje a domicilio (4v, 3e, 13d), pero con una solvencia en casa que le ha hecho sumar 51 puntos y colocarse en una posición cómoda para asegurar el objetivo de la salvación desde hace varias jornadas, quién pudiera, ¿verdad?
La suerte está echada y el destino escrito, no queda otra que ganar para volver a empezar.
Imagen principal: Twitter @MalagaCF.
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