Intentar sentar un precedente en el mundo del fútbol es un objetivo hoy en día casi imposible, por decir algo. Más cuando las reglas se mantienen estipuladas y las herramientas para intentar derribar una normativa no son fuertes.

Es el caso del Cádiz, que este lunes fue perjudicado tras un error estrepitoso y sin precedentes por el VAR. Un gol de Ezequiel Ponce en el minuto 81, que servía para empatar el encuentro, silenciaba el Nuevo Mirandilla, Carranza o Estadio, a vuestro gusto os dejo asignarle un nombre al feudo amarillo.
Pasando desapercibido, varias imágenes de Movistar LaLiga ponían en evidencia que la jugada no se había revisado y que el error, determinante, sería tema para bastantes días. Ahora empezaba el baile. Un baile que no va a contentar ni a unos ni a otros.

Este Valls con ritmo frenético no iba ser nada apacible, sobre todo para el Comité Técnico Arbitral, sus estamentos y LaLiga, que no sabía la que se le venía encima. En un momento el cual la herramienta VAR y los árbitros son el centro de la polémica cada fin de semana, esto sería el punto de inflexión para sacar a pasear tecnologías nuevas, debates entre aficionados, y por supuesto, la posición del Cádiz.
Con un comunicado contundente y certero, Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz, exigía la repetición desde el minuto 81 (momento en donde se produce el error de protocolo del VAR) del Cádiz – Elche y con el marcador de 1-0. Por supuesto, soltar tal desfachatez hoy en día podría ser una utopía, ya que el error arbitral está bien visto y sin apenas consecuencias.

Y no, para nada es una desfachatez. No hablamos de un error interpretable, del cual la defensa del acusado estaría clara. «Yo interpreto esto y la cosa se queda así». El error del VAR es un problema de protocolo por el cual la revisión no se efectúa adecuadamente y como debe tomarse en el ámbito del fútbol profesional. Al igual que es una desfachatez que un equipo pida la repetición desde un minuto consensuado de un encuentro, lo es también el errar con un sistema tecnológico envidiable.

Las cosas claras. Nadie va a salir contento de este desvarío que se ha desatado en las últimas horas. Si no es el Cádiz el perjudicado al final, lo serán otros equipos, ya que ese gol que sube al marcador cambia el devenir de la clasificación actual. La solución al problema es difícil. Lo ideal sería que el partido se repitiese desde el minuto 81 con el marcador de 1-0, pero no creo que el Elche este dispuesto a eso, como es lógico.

Perpetuar un veredicto hoy puede ser tirarse a una piscina sin agua de la cual muchos pueden salir heridos. No sé si el Cádiz, el Elche, el Comité Técnico Arbitral, LaLiga o cualquier persona ligada a la negligencia vivida el pasado lunes podrán llegar a un acuerdo beneficioso.
Lo que, si tengo claro es que el fútbol, las pautas a la hora de establecer los criterios arbitrales y el VAR deben mejorar y tener autocrítica. Como dijo Pacheta: «Yo pago sus errores, ellos no pagan los míos».
Imagen principal: @Cadiz_CF.