Siempre es duro para el aficionado al fútbol ver cómo uno de sus ídolos se retira. En la memoria quedan sus jugadas, sus logros y todo lo relacionado con el esférico. Pero más allá de ello, hay un grupo selecto de futbolistas que, además de ser reconocidos por su indudable calidad, serán eternos por su personalidad y carisma. Un ejemplo de ello es Zlatan Ibrahimović.
Esta semana, el exfubolista puso fin, a sus 41 años, a una trayectoria que comenzó en 1999 en el Malmö. Ajax, Juventus, Inter, Barça, Milan (en dos ocasiones), París Saint-Germain, Manchester United y L.A. Galaxy fueron testigos de un delantero de época, cuyas excentricidades se equiparaban a su calidad sobre el césped.

Para conocer la personalidad del sueco, es útil rescatar el siguiente fragmento de Borja Pardo, director de Sphera Sports, en el texto de despedida de Zlatan Ibrahimović. «El sueco fue puro TikTok en época de Internet Explorer».
Un hombre que dejaba joyas tanto en el campo como en ruedas de prensa. Un jugador con una infinidad de ‘highlights’ que, en la actualidad, atiborrarían de vídeos virales a plataformas como TikTok o Twitter, afines a la polémica y a las verbas ególatras.
Incluso en su despedida en San Siro, nos deleitó con una última extravagancia digna de su calibre. Cuando realizaba su discurso, los aficionados del Hellas Verona abucheaban al oriundo de Malmö.
Zlatan, ante tal desprecio de la afición rival, se dirigió a ellos y promulgó lo siguiente: «Seguir abucheando. El verme a mí es vuestro mejor momento del año». Una forma muy ‘zlataniana’ de retirarse.

Como curiosidad, para mostrar el enorme impacto del jugador en su país natal, ‘zlatanear’ y sus derivados no es una palabra que me haya inventado sobre la marcha.
La Academia de la Lengua Sueca aprobó en 2012 la entrada en su diccionario del neologismo ‘zlatanear’ en honor al delantero. Su significado es «dominar con fuerza», como lo hacía Zlatan Ibrahimović.
El ‘León’ con más de 500 goles y 32 títulos:
Para las nuevas generaciones que hayan visto los últimos años de Ibrahimović y observaran un jugador tosco, más conocido por sus palabras que por su fútbol, os recomiendo ver partidos de él.
Un delantero total, con gran capacidad de asociación y finalización y un excelente juego aéreo. A pesar de su gran altura (1,95 metros), Zlatan tenía una agilidad inverosímil, en parte gracias a ser cinturón negro de taekwondo.
Sus estadísticas no engañan: 511 goles a nivel de clubes durante su carrera profesional en más de 800 partidos encumbran a uno de los mejores delanteros de la historia.

Para muchos, incluido para mí, siempre permanecerá en mi memoria su tanto ante el NAC Breda en la temporada 2004/2005. Un gol que muestra perfectamente las cualidades técnicas de ‘Ibracadabra’. Un gol para la historia.
Y, aunque su carrera está llena de éxitos, con 32 títulos en toda su carrera, siempre quedará la espina clavada de la Champions League. Su tope en la competición fue la semifinal con el Barça de Pep Guardiola en el año 2010, cuando cayeron frente a su exequipo, el Inter de Milan.
Aún así, Ibra ha dejado su marca en la competición y los 48 goles logrados le permiten situarse en el ‘top 10’ de máximos goleadores en la historia de la Champions.

En cuanto a la selección, Zlatan es, sin lugar a dudas, el mejor jugador de la historia de Suecia. Disputó 122 partidos en los que anotó 62 goles para convertirse en el máximo goleador de la historia de su país.
Además, ayudó a su selección a alcanzar dos participaciones de Copa del Mundo, aunque no logró nunca anotar un tanto, y cuatro fases finales de la Eurocopa, donde marcó seis tantos en 13 encuentros.
Así, tras 24 temporadas al máximo nivel, Zlatan Ibrahimović dijo adiós al deporte que tanto ha amado después de unas últimas temporadas complicadas tras lesionarse la rodilla.
Enfrente de San Siro, estadio en el que mejor juego, junto al PSG, ha decidido ponía fin a su trayectoria profesional ‘El León’, ‘La Leyenda’, ‘El Rey’ o, simplemente, ‘Dios’, como se autodefinía en muchas de sus célebres frases.
Imagen principal: @acmilan.